"Esta tecnología ofrece un menor coste por kilovatio-hora y no contiene litio ni cobalto. La alta disponibilidad de sodio ofrece numerosas ventajas en términos de mayor sostenibilidad e independencia estratégica", explica Stellantis en una nota.

No se ha revelado el importe exacto de la inversión, que forma parte de los 150 millones de euros iniciales captados por Tiamat.

Los fondos se destinarán en parte a la construcción de una planta de producción de baterías en el norte de Francia, según declaró a la prensa Herve Beuffe, director general de Tiamat.

Se espera que este emplazamiento, la quinta denominada gigafábrica para la cadena de suministro de vehículos eléctricos en la región, tenga una capacidad inicial de 0,7 GWh en 2026, que podría aumentar a 5 GWh en 2029, añadió Beuffe.

Fundada en 2017 como spin-off del instituto estatal francés de investigación científica CNRs, Tiamat afirma ser capaz de producir baterías competitivas sin litio, un metal muy codiciado debido al auge mundial de la electrificación, mediante una sustitución con sodio, un recurso mucho más abundante.

Inicialmente, estas [baterías] se destinarán a aparatos eléctricos y aplicaciones de almacenamiento estacionario y, más adelante, se aumentará la producción con productos de segunda generación específicos para BEV", dice la nota.

Las baterías de Tiamat, más baratas aunque ofrezcan un menor kilometraje, serán adecuadas para vehículos pequeños. Su menor autonomía puede compensarse con una capacidad de carga más rápida, afirma Tiamat.

"Encontrar nuevas opciones de baterías más sostenibles y asequibles utilizando materias primas ampliamente disponibles es una de las ambiciones clave de nuestro plan estratégico Dare Forward 2030, según el cual reduciremos nuestras emisiones netas de carbono a cero para 2038", declaró Ned Curic, Director de Ingeniería y Tecnología de Stellantis.

(Traducido por Enrico Sciacovelli, editado por Stefano Bernabei)