Financiada inicialmente a través de un préstamo puente de hasta 24 meses proporcionado por un grupo de bancos, la operación hará que Campari utilice una mezcla de efectivo, capital y deuda para financiar la compra.

Al asegurarse una de las cuatro mejores casas de coñac a nivel mundial en un momento en el que la demanda en el mayor mercado de Courvoisier, Estados Unidos, ha caído tras los máximos alcanzados tras la crisis del coñac y los mayoristas están desabasteciéndose, Campari apuesta por su capacidad para relanzar la marca como ya ha hecho anteriormente con otras adquisiciones.