La Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor (ACCC) había fallado en contra del plan en diciembre, alegando que conllevaría "un riesgo real de que TPG y Optus invirtieran menos en infraestructuras críticas".

Optus, el segundo proveedor de Internet inalámbrico del país y propiedad de Singapore Telecommunications, se había opuesto al acuerdo, alegando que reforzaría el dominio de Telstra en el mercado.