Fisker se declaró en quiebra a última hora del lunes, convirtiéndose en la última empresa emergente de vehículos eléctricos en hundirse tras Arrival y Lordstown Motors en un duro mercado dominado por Tesla y los fabricantes de automóviles chinos.

La startup pretendía competir con el crossover superventas de Tesla, el Model Y, con su SUV Ocean, pero no logró superar los problemas de la cadena de suministro, un entorno de financiación difícil y los obstáculos a la distribución que provocaron un rápido desgaste de tesorería.

Esta es la lista de acontecimientos que condujeron a la quiebra de Fisker: