El grupo de defensa publicó el pasado viernes unos resultados trimestrales en línea con las expectativas del mercado.
Los nuevos pedidos han seguido una tendencia al alza desde el regreso de la guerra al Viejo Continente, con un aumento del 13%, y el margen de explotación se ha mantenido en los niveles de los tres últimos años. Las ventas alcanzaron los 4.000 millones de euros en el trimestre, frente a los 3,7 del mismo periodo del año anterior.
Hay que recordar que, con 17.600 millones de euros, la cifra de negocios del año 2022 alcanzó un máximo histórico. No obstante, hay que señalar que la tasa de crecimiento con respecto al año anterior - 8,5%, de los cuales el 5,5% fue orgánico - fue inferior a la tasa de inflación observada durante el periodo en la Unión Europea.
El volumen de nuevos contratos también alcanzó un máximo histórico, con 23.600 millones de euros añadidos a la cartera de pedidos. La cartera de pedidos asciende ahora a 41.000 millones de euros, un 18% más que el año anterior.
Al igual que en 2021, la generación de efectivo en 2022 fue satisfactoria, con un flujo de caja libre o "free cash-flow" de 2.300 millones de euros, aunque no está claro si esta mejora será sostenible, ya que se basó en gran medida en una reducción fortuita de las necesidades de capital circulante.
Por naturaleza, esta dinámica rara vez es compatible con el crecimiento de la actividad. Por ello, estudiaremos atentamente su evolución en los próximos trimestres.
En cualquier caso, en el ciclo largo, es decir, en el periodo 2012-2022, que comienza en plena crisis del euro y termina con el regreso de la guerra al Viejo Continente, Thales obtiene un beneficio anual medio de 1.000 millones de euros, para una tasa media de crecimiento de la cifra de negocios de apenas el 2,4% anual.
Estos resultados deben considerarse en el contexto de la capitalización bursátil actual de la empresa, de 29.000 millones de euros, teniendo en cuenta que el grupo cotiza actualmente a un múltiplo récord de sus beneficios, un récord que alcanzó brevemente hace cinco años, antes de que la valoración se desplomara de nuevo a sus niveles históricos, mucho más modestos.
Otros factores a tener en cuenta son el todavía cuestionable -si no negativo- retorno de la inversión de la costosa adquisición de Gemalto en 2019, que es un borrón en el panorama; y un volumen significativo de recompras de acciones durante el año pasado, a pesar de los altos múltiplos de valoración.
Thales es uno de los líderes europeos en la fabricación y comercialización de equipos y sistemas electrónicos para los sectores de defensa y seguridad, aeroespacial y transporte. Las ventas netas se desglosan por grupos de productos de la siguiente manera - sistemas de defensa y seguridad (53,4%): Sistemas de defensa y seguridad C4I (sistemas de control y supervisión, comunicación, protección, ciberseguridad y otros sistemas), sistemas para misiones de defensa, sistemas navales, sistemas de guerra electrónica, drones, sistemas de operaciones aéreas (defensa aérea, vigilancia aérea), sistemas de defensa terrestre y misiles; - sistemas aeroespaciales (28,4%): equipos de aviónica (cabina, multimedia y de simulación), sistemas espaciales (satélites, cargas útiles, etc.); - identificación digital y soluciones de seguridad (18,2%). Además, el grupo posee una participación del 35% en Naval Group (fabricación de equipos navales para los sectores de defensa y energía nuclear). Las ventas netas se distribuyen geográficamente de la siguiente manera: Francia (29,5%), Reino Unido (6,6%), Europa (24,8%), Estados Unidos y Canadá (14%), Asia (9,4%), Oriente Próximo y Oriente Medio (6%), Australia y Nueva Zelanda (4,4%) y otros (5,3%).