Se espera que Daihatsu informe de las conclusiones de un panel independiente que ha estado investigando el escándalo al Ministerio de Transporte de Japón y celebre una conferencia de prensa ya el miércoles, dijo Nikkei, sin citar una fuente.

Un portavoz de Daihatsu, que se convirtió en una filial al 100% de Toyota en 2016, declinó hacer comentarios sobre el informe de Nikkei. Un funcionario del Ministerio de Transporte dijo que el fabricante de automóviles no se había puesto en contacto con ellos para informar sobre la investigación.

Daihatsu reveló en abril que había amañado las pruebas de seguridad de colisión lateral realizadas a 88.000 coches pequeños, la mayoría de los cuales se vendían bajo la marca Toyota.

Daihatsu dijo en ese momento que había descubierto las pruebas mal realizadas tras un informe de un denunciante. También dijo que había informado del problema a los organismos reguladores y que había detenido el envío de los modelos afectados.

Un mes más tarde, Daihatsu dijo que había suspendido las ventas del vehículo híbrido Toyota Raize y de su propio modelo Rocky tras descubrir también problemas en las pruebas de esos dos modelos.

Un segundo portavoz de Daihatsu dijo el miércoles que se había suspendido la producción de esos dos modelos, mientras que los envíos de los otros cuatro modelos afectados seguían paralizados.