El acuerdo de compra de energía (PPA) fue para el suministro de 88 gigavatios hora (GWh) de energía al año a DB desde cuatro centrales de pasada en Suecia, dijo Deutsche Bahn en un comunicado.

"Como resultado de la transición energética, no sólo estamos descarbonizando nuestra propia generación de energía, sino que también estamos poniendo más energía verde a disposición de nuestros clientes en la actualidad", declaró Carsten Poppinga, director comercial de Uniper.

Deutsche Bahn, el mayor consumidor de energía de Alemania, pretende alcanzar un objetivo del 80% de electricidad de origen renovable para 2030. Actualmente obtiene el 68% de sus necesidades energéticas de fuentes renovables, frente al 55% del conjunto de Alemania el año pasado. El operador ferroviario también tiene contratos de suministro con su homólogo Uniper, RWE, y otros.

La empresa estatal Uniper, por su parte, se encuentra en un proceso de transición para alejarse de un pasado en el que abundaban los combustibles fósiles y adoptar energías más limpias en la producción, la comercialización, el comercio y el almacenamiento.

Uniper quiere que el 80% de su capacidad de centrales eléctricas esté libre de carbono para 2030, principalmente transformando sucesivamente sus centrales de gas natural en centrales de gases verdes.

Los PPA verdes se han convertido en una parte esencial de la gama de productos de la empresa para ayudar a los compradores comerciales a reducir su huella de carbono, al tiempo que permiten al cliente prever los costes de forma fiable en lo que sigue siendo un mercado energético volátil.

Los precios de los contratos PPA no suelen publicarse, salvo alguna información disponible en los rastreadores de precios.

Suecia y Alemania disponen de enlaces de cables eléctricos para la importación y la exportación, pero las capacidades transfronterizas reales no son un obstáculo para los contratos de entrega PPA, cuya configuración permite tanto a los vendedores como a los compradores flexibilidad a la hora de organizar el cumplimiento.

La Deutsche Bahn está sometida a presiones para modernizar sus anticuadas infraestructuras con el fin de ayudar a Alemania a cumplir los objetivos climáticos nacionales y hacer más atractivos los viajes en tren.