El fabricante de software para videojuegos Unity dio marcha atrás el viernes en partes clave de una nueva política de precios por "tasas de ejecución" que provocó la reacción contraria de los desarrolladores de juegos y desplomó el precio de sus acciones.

La empresa que está detrás del software Unity Engine, que ayuda a crear juegos, había planeado cobrar a los desarrolladores cada vez que se instalara su juego una vez superados ciertos hitos, como los ingresos.

"Nuestro plan Unity Personal seguirá siendo gratuito y no habrá ninguna tarifa por tiempo de ejecución para los juegos creados en Unity Personal", declaró el viernes Marc Whitten, ejecutivo de la empresa.

La empresa añadió que ningún juego con menos de un millón de dólares de ingresos en los últimos 12 meses estará sujeto a la tasa.

La medida llega después de que varios miembros de su base de usuarios clave, desarrolladores pequeños e independientes, decidieran boicotear a la empresa, haciendo temer una huida hacia su rival Epic Games, que fabrica el motor de juegos Unreal.

Al último cierre, las acciones de Unity habían perdido cerca del 19% de su valor desde el anuncio de la nueva política de precios el 12 de septiembre. (Reportaje de Jaspreet Singh en Bengaluru; Edición de Shounak Dasgupta)