Whirlpool Corporation informó de los resultados de las ganancias consolidadas no auditadas para el cuarto trimestre y el año terminado el 31 de diciembre de 2018. En el trimestre, las ventas netas fueron de 5.660 millones de dólares frente a los 5.702 millones de dólares de hace un año. Las ganancias antes de impuestos sobre la renta fueron de 256 millones de dólares contra 209 millones de dólares hace un año. El beneficio neto fue de 170 millones de dólares, frente a la pérdida de 272 millones de dólares de hace un año. El beneficio básico por acción fue de 2,66 dólares, frente a la pérdida de 3,74 dólares de hace un año. El beneficio diluido por acción fue de 2,64 dólares, frente a la pérdida de 3,74 dólares de hace un año. El beneficio operativo fue de 309 millones de dólares, frente a los 267 millones de hace un año. En el año, las ventas netas fueron de 21.037 millones de dólares, frente a los 21.253 millones de hace un año. Las pérdidas antes de impuestos fueron de 21 millones de dólares, frente a los 887 millones de hace un año. La pérdida neta fue de 159 millones de dólares, frente a los 337 millones de hace un año. La pérdida básica por acción fue de 2,72 dólares, frente a los 4,78 de hace un año. Las pérdidas diluidas por acción fueron de 2,72 dólares, frente a los 4,70 dólares de hace un año. El beneficio operativo fue de 279 millones de dólares frente a los 1.136 millones de dólares de hace un año. Para el año que finaliza el 31 de diciembre de 2019, la empresa espera un beneficio por acción diluida según los PCGA de 12,75 a 13,75 dólares y un beneficio por acción diluida continuo de 14 a 15 dólares, ya que el precio/mezcla favorable de los productos, los beneficios de la reestructuración y la reducción del número de acciones se compensan con un tipo impositivo más alto y el aumento de los costes y las divisas. Sobre la base de los PCGA, los beneficios por acción diluida incluyen un gasto de reestructuración de aproximadamente 100 millones de dólares.