"El mundo se ha dado cuenta de que los alimentos pueden ser un arma y actualmente se está utilizando", declaró a Reuters Svein Tore Holsether, director general de Yara International, uno de los mayores proveedores mundiales de nutrientes para plantas, al margen del Foro Económico Mundial de Davos.

Dijo que el impacto directo de las sanciones rusas ha eliminado al menos el 15% del suministro mundial de fertilizantes y que el impacto indirecto era aún más grave debido a las interrupciones de las cadenas de suministro y al impacto de las subidas del precio del gas.

"Tenemos que trabajar en una respuesta de emergencia para los más vulnerables. Para ello necesitamos urgentemente desbloquear los fondos del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que tiene un déficit de financiación de 10.000 millones de dólares", dijo.

David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, dijo este mes que incluso antes de la guerra en Ucrania unos 276 millones de personas pasaban hambre en el mundo.

Se cree que el PMA se enfrenta a un déficit de fondos de 10.000 millones de dólares, ya que los precios de los alimentos, el combustible y los costes de envío se están disparando, mientras que los donantes, como los países del Golfo ricos en petróleo, no aportan los fondos acordados.

Unos 25 millones de toneladas de maíz y granos están atascados en los puertos del Mar Negro a causa de la guerra en Ucrania y las exportaciones de granos y fertilizantes rusos también están interrumpidas por las sanciones.

"Actualmente, tenemos una combinación extrema de acontecimientos en la que los suministros de alimentos están bajando, los suministros de fertilizantes están bajando, los suministros de gas están bajando y los precios del gas y los fertilizantes están subiendo", dijo Holsether.

La producción mundial de fertilizantes depende en gran medida del gas natural y la UE recibe el 40% de su gas de Rusia.

En marzo, Yara redujo su producción de amoníaco y urea debido a la subida de los precios del gas, pero desde entonces ha restablecido totalmente la producción.

"Tenemos que construir un sistema que dependa menos de Rusia y sea más ecológico, incluso utilizando energías renovables para la producción de fertilizantes", dijo Holsether.

La ONU clasifica a más de medio millón de personas en Etiopía, el sur de Madagascar, Sudán del Sur y Yemen en la fase más grave de inseguridad alimentaria aguda.

En general, África figura entre las regiones más afectadas. Yara ha donado 18.000 toneladas de fertilizantes a Ghana y ha acordado la entrega de otras 40.000 toneladas, esperando que con la parte donada baje el precio medio.