Zimbabue celebrará elecciones presidenciales y parlamentarias el 23 de agosto que se espera enfrenten a Mnangagwa, de 80 años, del partido ZANU-PF, contra el pastor y abogado Nelson Chamisa, de 45 años, de la Coalición Ciudadana por el Cambio (CCC).

Las elecciones se celebran en medio de una crisis económica galopante, con una elevada inflación y una moneda que se ha desplomado más de un 50% este mes frente al dólar estadounidense.

En unas declaraciones dirigidas sobre todo a su base de apoyo rural durante el fin de semana, Mnangagwa prometió el desarrollo de las infraestructuras.

"El ZANU-PF es imparable. Seguirá gobernando Zimbabue mientras otros partidos continúan dividiéndose", dijo a una gran multitud de partidarios en Chipinge, a unos 500 kms (311 millas) al este de la capital, Harare.

"Luchamos por nuestra democracia, nadie nos detendrá".

Mnangagwa derrocó al primer presidente independiente de Zimbabue, Robert Mugabe, en un golpe de Estado en 2017, poniendo fin a sus 37 años de gobierno.

Fue aclamado como un líder pragmático poco después de tomar el poder, pero sólo consiguió una estrecha victoria en las elecciones de 2018 frente a Chamisa, que sigue siendo considerado el más fuerte aspirante a su reelección.

La crisis económica de Zimbabue encabeza las preocupaciones de los votantes, ya que un billete de 100 zimdólares (Z$) -la denominación más alta del país- no basta para comprar un huevo. Unos 10.000 Z$ alcanzan 1 dólar en el mercado paralelo.

El partido opositor CCC goza de un apoyo considerable en las ciudades, mientras que los partidarios del ZANU-PF se encuentran principalmente en las zonas rurales.

Un optimista Mnangagwa afirmó que su gobierno había avanzado en el desarrollo de infraestructuras, la generación de energía y el crecimiento de la economía minera, que en 2018 ascendía a 3.000 millones de dólares, con la esperanza de generar unos ingresos de 12.000 millones de dólares a finales de 2023.

"Estamos construyendo carreteras y presas y recientemente hemos empezado a instalar pozos de sondeo solares en todas las aldeas del país", dijo, hablando principalmente en lengua shona.

Mnangagwa se enfrenta a otros 10 aspirantes presidenciales en medio de las críticas de que su gobierno está cerrando el espacio democrático, tras la aprobación de la llamada Ley Patriótica que, según los opositores, proscribe las críticas al Estado.

Zimbabue ha soportado más de dos décadas de fracaso económico tras las confiscaciones de tierras por parte de Mugabe, que han sumido al país del sur de África en una crisis económica.