Los dólares australiano y neozelandés marcaron el tiempo el martes mientras el mundo espera la última lectura de la inflación en Estados Unidos, mientras que el mercado de bonos se mantuvo atento a los detalles del presupuesto anual del gobierno australiano que se publicará más tarde.

El dólar australiano cotizó al ralentí a 0,6605 dólares, tras haber rebotado entre 0,6586 y 0,6629 dólares durante la noche. La resistencia principal se sitúa en los 0,6650 $, con el soporte en los 0,6558 $.

El dólar kiwi subió hasta los 0,6022 dólares, tras encontrar soporte en torno a los 0,6000 dólares. Los niveles más importantes en el gráfico son la zona de 0,6040$/50$ y en 0,5982$.

El gobierno laborista de Australia publica su presupuesto anual más tarde el martes y ha señalado un alivio del coste de la vida que, según afirma, reducirá temporalmente la inflación de los precios al consumo.

El tesorero Jim Chalmers dijo que la inflación general actual del 3,6% podría volver a la banda objetivo del 2-3% del Banco de la Reserva de Australia (RBA) a finales de este año, mientras que el propio banco prevé una inflación del 3,8%.

Si se demuestra que es correcta, esta desaceleración podría abrir la puerta a un recorte más temprano de los tipos por parte del RBA. Sin embargo, los analistas advierten de que es probable que el alivio presupuestario tenga un impacto mucho menor en las medidas fundamentales de la inflación.

"Podría reducir la inflación general, pero a menos que estas medidas sean permanentes, es probable que el RBA las pase por alto", dijo Rodrigo Catril, analista senior de divisas de NAB.

"El impacto sobre la inflación subyacente también puede resultar mínimo, si no inflacionista, dado que los subsidios son una transferencia a la renta de los hogares".

Los mercados siguen valorando en torno a un 15% la posibilidad de que el próximo movimiento de los tipos sea al alza, y no ven casi ninguna perspectiva de una flexibilización este año

El gobierno ya ha señalado que su presupuesto para el actual ejercicio 2023/24 arrojará un superávit de unos 9.300 millones de dólares australianos (6.150 millones de dólares estadounidenses).

Los analistas suponen que el presupuesto entrará en déficit en los próximos años, aunque las sumas serán relativamente pequeñas, en torno al 1% del producto interior bruto de media.

El gobierno tendrá que pedir más préstamos para financiar esos déficits y cubrir la deuda pasada que se está refinanciando, pero de nuevo las cantidades son modestas en comparación con los estándares internacionales.

Los analistas esperan que la emisión de bonos aumente a entre 80.000 y 90.000 millones de dólares australianos para 2024/25, frente a los 50.000 millones de este año fiscal, aunque el Tesoro estadounidense vendió más del doble de deuda la semana pasada.

Esta es una de las razones por las que la deuda australiana está calificada como triple A y el país puede pedir prestado actualmente a 10 años a 15 puntos básicos por debajo de lo que paga Estados Unidos.

(1 dólar = 1,5131 dólares australianos) (Reportaje de Wayne Cole Edición de Shri Navaratnam)