Las gigantescas plantas procesadoras de soja de Argentina se están quedando sin soja después de que una sequía histórica redujera la cosecha a la mitad, dijo a Reuters el jefe de la cámara exportadora de granos del país, y esto dejará ociosas a más de dos tercios de la capacidad de las fábricas.

Durante años, el país sudamericano fue el primer exportador mundial de aceite y harina de soja procesados. Su corona cayó este año después de que su cosecha fuera devastada y a medida que el endeudado gobierno ha impulsado las exportaciones de frijoles para ingresar dólares.

"Estamos en un año desastroso", dijo Gustavo Idigoras, presidente de la cámara de exportadores y trituradores de granos CIARA-CEC, añadiendo que esperaba que la capacidad ociosa en las plantas trituradoras del país a lo largo del río Paraná se disparara por encima del 65% actual.

"La capacidad ociosa podría crecer significativamente", dijo, señalando que la próxima cosecha de soja no sería hasta abril y que probablemente sólo quedarían 3 millones de toneladas métricas de soja a finales de mes para aguantar hasta entonces.

"Con esos 3 millones de toneladas tenemos que sobrevivir hasta mayo de 2024", dijo. "Queremos pasar página para ver si el año que viene tenemos un clima mejor y una mayor producción agrícola".

El probable aumento de la capacidad ociosa afectará a los principales comerciantes de cereales, como Bunge y Cargill en Argentina, y ha abierto la puerta a productores rivales. El vecino Brasil, que tuvo una temporada abundante, ha superado a Argentina en exportaciones de harina de soja.

La sequía, que arrastró la cosecha argentina de soja de 2022/23 a unos 20 millones de toneladas, ha obligado al país a importar una cantidad récord de soja de sus vecinos regionales Paraguay, Bolivia y Brasil para mantener abiertas sus fábricas de trituración.

"Argentina puede totalizar 10 millones de toneladas de importaciones (de soja) este año", dijo Idigoras, una nueva estimación. Los datos del gobierno muestran un récord de 8,2 millones de toneladas de importaciones de soja hasta agosto, ya por encima de los 6,4 millones de toneladas de todo el 2018, afectado por la sequía.

Según el Ministerio de Agricultura, entre enero y agosto el volumen de soja triturada en Argentina cayó un 27% interanual hasta 19,6 millones de toneladas, la cifra más baja para ese periodo en los registros oficiales que se remontan a 2015.

Idigoras añadió que no esperaba ninguna venta de trigo declarada oficialmente en los próximos meses para la cosecha 2023/24, ya que finalmente se cumplen los envíos acordados de la campaña anterior. Los exportadores habían podido retrasarlos debido a la sequía.

La cosecha de trigo de la campaña pasada se redujo a la mitad, a unos 11,5 millones de toneladas, según la bolsa de cereales local de Rosario, que estima una mejor cosecha de 15 millones de toneladas para la campaña actual.

"No hay nuevos registros (de exportación), pero sí registros reprogramados de la campaña anterior. Por eso no veremos nuevos récords en los próximos meses", dijo Idigoras. (Reportaje de Maximilian Heath; Edición de Nicolas Misculin, Adam Jourdan y David Gregorio)