La economía brasileña arrancó el tercer trimestre con un ritmo superior al previsto, lo que refuerza las recientes revisiones al alza de la previsión de crecimiento del PIB del país para 2023.

El índice de actividad económica IBC-Br, un predictor clave del producto interior bruto, registró un crecimiento desestacionalizado del 0,44% en julio respecto a junio, superando la previsión media de una expansión del 0,3% en una encuesta de Reuters entre economistas.

Según el banco central, el IBC-Br subió un 0,66% desestacionalizado desde julio de 2022 y marcó una subida del 3,12% en 12 meses.

Los datos han revelado una economía significativamente más resistente desde principios de año, y esta tendencia se ha mantenido en los últimos meses, afirmó Rafael Pérez, economista de Suno Research.

Sin embargo, Pérez dijo que esperaba una mayor estabilidad en la actividad económica para finales de este año, citando los efectos acumulativos de la política monetaria restrictiva del banco central.

El banco central inició un ciclo de flexibilización el mes pasado, bajando su tasa de interés clave a 13,25% después de mantenerla sin cambios durante casi un año para combatir la alta inflación en la mayor economía de Sudamérica. Los responsables políticos están

esperan

vuelvan a reducir los tipos medio punto porcentual el miércoles.

El Ministerio de Finanzas de Brasil revisó el lunes su proyección del PIB para 2023 del 2,5% al 3,2% debido a una actividad mejor de lo esperado en el segundo trimestre, unas perspectivas de cosecha más prometedoras, unos resultados positivos en determinados indicadores económicos durante el tercer trimestre y la previsión de un repunte económico en China, un socio comercial clave, durante el cuarto trimestre.

Los economistas privados encuestados semanalmente por el banco central también han elevado sistemáticamente sus previsiones, pronosticando ahora un crecimiento económico del 2,89%, frente a menos del 1% a principios de 2023.

La economía brasileña se ha beneficiado este año de la fortaleza de la agroindustria y las industrias extractivas, apoyada además por la demanda de los hogares tras las medidas del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para impulsar la renta disponible de las familias.

A pesar de la fortaleza económica, los ingresos públicos no han crecido con la misma solidez, lo que subraya los retos a los que se enfrenta el gobierno para equilibrar las finanzas públicas de aquí a 2024, tal y como prometen las nuevas normas fiscales. Esta tarea requerirá un aumento significativo de la recaudación de ingresos. (Reportaje de Marcela Ayres, Edición de Louise Heavens, Steven Grattan y Paul Simao)