Los presidentes ejecutivos de los mayores prestamistas privados de Brasil, Itaú y Bradesco , defendieron el martes la reforma fiscal prevista por el Gobierno, subrayando que el país se enfrenta a una "oportunidad única" para la economía.

Brasil desveló la semana pasada los detalles de su propuesta de reforma fiscal para revisar sus notoriamente complejos impuestos sobre el consumo, considerada un paso importante en el plan del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para impulsar el crecimiento.

"La reforma fiscal está en el horno y quizá ésta sea la mejor oportunidad que tenemos para aplicarla", dijo el consejero delegado de Bradesco, Octavio de Lazari, en un acto organizado por la federación bancaria brasileña Febraban.

Lazari también mencionó otros temas clave de la administración de Lula, como las nuevas normas fiscales y un posible recorte de los tipos de interés.

"Tenemos una oportunidad muy grande de atraer inversiones extranjeras, el mundo está mirando cuáles son las oportunidades de inversión porque hay mucho capital para asignar", dijo.

"Brasil destaca como uno de los principales destinos, pero aún necesita ajustar cosas... Es una oportunidad que podría tardar otros 20 años en volver a aparecer".

Brasil atraviesa una oportunidad única y "estas ventanas no siempre aparecen", añadió el consejero delegado de Itaú, Milton Maluhy Filho.

Maluhy Filho describió la reforma fiscal como superimportante, pidiendo una "visión colectiva para el país, y no una para cada sector", ya que se espera que la propuesta sea votada por la Cámara Baja del Congreso la próxima semana. (Reportaje de Fabricio de Castro; Redacción de Peter Frontini)