Es probable que la visita de Colonna a la capital china, centrada en un diálogo con su homólogo Wang Yi sobre los intercambios entre personas, se vea ensombrecida por las cuestiones comerciales a raíz de la investigación sobre los vehículos eléctricos, que Pekín ha tachado de "proteccionista".

También se produce poco antes de una visita de los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo, Ursula von der Leyen y Charles Michel, a Pekín a principios de diciembre para celebrar la primera cumbre en persona con el presidente Xi Jinping en cuatro años, después de que las relaciones entre China y la UE cayeran en picado durante la pandemia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha defendido que la UE debe dejar de ser ingenua y exigir igualdad de condiciones con países como China, y había estado presionando entre bastidores a la Comisión Europea para que pusiera en marcha la investigación.

"El ministro hablará del deseo de la UE de afirmar aún más su soberanía en materia económica y de garantizar que los intercambios con China sean más equilibrados", dijo una fuente diplomática francesa bajo condición de anonimato.

La fuente añadió que Francia apoya la investigación de la Comisión Europea "sin ingenuidad".

China es el tercer socio comercial de Francia, pero las empresas francesas y otras europeas están profundamente preocupadas por el gran desequilibrio comercial de China con la UE, su opaca legislación sobre las transferencias transfronterizas de datos y los vehículos eléctricos chinos baratos que inundan el mercado europeo, amenazando a los fabricantes de automóviles nacionales.

A Francia también le preocupan los intentos chinos de obligar a las empresas francesas de cosméticos a compartir secretos de fabricación con las partes chinas.

Xi insistió en que China da la bienvenida a la inversión de las empresas francesas en una llamada telefónica el lunes con Macron, quien instó a un trato justo para las empresas extranjeras en China.

Los funcionarios europeos han prometido en repetidas ocasiones reducir la dependencia económica de China en sectores críticos -lo que se conoce como "des-riesgo"- frente a lo que el G7 denomina la "coerción económica" de China.

Francia es la principal fuente de importaciones chinas de cosméticos y vino, según la agencia aduanera china, y titanes franceses del lujo como LMVH dependen especialmente de los consumidores chinos. La falta de un fuerte repunte de la demanda de lujo tras la reapertura post-pandémica de China también ha asustado a los inversores.

Colonna también hablará de la guerra de Ucrania con sus homólogos chinos e instará a Pekín a utilizar su influencia sobre Irán para evitar que la crisis de Gaza siga escalando, añadió la fuente diplomática francesa. Corea del Norte, que recientemente afirmó haber lanzado su primer satélite espía, será otro tema clave de discusión.

Macron visitó China en abril a bombo y platillo, en un intento de demostrar la autonomía estratégica de Francia respecto a Estados Unidos.