Por Mohammad Salem

DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza, 24 jun (Reuters) - Los médicos de Gaza declararon el lunes que estaban trabajando para intensificar las pruebas de detección de malnutrición grave en niños pequeños, ante el temor de que el hambre se extienda a medida que la población huye a nuevas zonas.

El grupo de ayuda International Medical Corps (IMC) y sus socios están planeando atender a más de 200.000 niños menores de cinco años como parte de una campaña de "Encontrar y Tratar", dijo a Reuters por teléfono uno de sus médicos, Mumawwar Said.

"Con los desplazamientos, las comunidades se están asentando en nuevos lugares que no tienen acceso a agua potable, o no hay un acceso adecuado a los alimentos", dijo. "Tememos que haya más casos no tenidos en cuenta".

Durante el fin de semana, las familias ya acudían a una clínica del IMC en la ciudad central de Deir al-Balah, abierta después de que la agencia dijo que había tenido que cerrar dos centros en la ciudad meridional de Ráfah debido a la inseguridad.

Jana Ayad, de cinco años, pesaba sólo nueve kilos cuando llegó, y sufría diarrea y vómitos, dijo a Reuters la oficial de nutrición Raghda Ibrahim Qeshta, que sostenía cuidadosamente a la niña.

"Mi hija se estaba muriendo delante de mí", dijo Nasma Ayad sentada junto a la cama. "No sabía qué hacer"

Jana ha empezado a engordar tras el tratamiento, según los médicos, pero sigue estando preocupantemente delgada y se le veían las costillas mientras yacía desganada en su pijama de conejita.

El personal puede evaluar los niveles de nutrición midiendo la circunferencia de los brazos de los niños. Durante la breve visita de un cámara de Reuters, al menos dos de las mediciones estaban en la franja amarilla, lo que indica riesgo de desnutrición. 

Un grupo de organismos de ayuda liderados por la ONU calcula que alrededor del 7% de los niños de Gaza pueden estar gravemente desnutridos, frente al 0,8% antes de que comenzara el conflicto entre Israel y Hamás el 7 de octubre.

Hasta ahora, la peor parte de la hambruna grave se ha dado en el norte, y un informe respaldado por la ONU advirtió en marzo del riesgo de una hambruna inminente.

Los trabajadores humanitarios temen que se extienda a las zonas central y meridional debido a los enfrentamientos en Ráfah, que han desplazado a más de un millón de personas y limitado los flujos de suministros a través de los corredores meridionales.

Israel, que lanzó su operación militar en Gaza después un ataque de militantes de Hamás el 7 de octubre, dice que ha ampliado sus esfuerzos para facilitar el flujo de ayuda a Gaza y culpa a las agencias internacionales de ayuda de los problemas de distribución dentro del enclave.

(Redacción y contribución de Emma Farge; edición en español de Javier López de Lérida)