La decisión política del Banco de Japón -y quizá más importante, la conferencia de prensa del gobernador Kazuo Ueda- es el principal foco de atención de los mercados asiáticos el martes, mientras la profunda caída de los mercados chinos y de Hong Kong sigue inquietando a los inversores.

Aunque el sentimiento hacia la economía y los mercados chinos se está deteriorando claramente, el contagio al resto de Asia puede verse contenido en cierta medida por el ánimo más optimista a nivel mundial.

El S&P 500 alcanzó el lunes un nuevo máximo histórico por segundo día consecutivo, mientras que el Nikkei 225 japonés registró otro máximo de 34 años. Esto contribuyó a limitar las caídas en Asia el lunes, y el índice MSCI Asia ex-Japan cedió un 0,6%.

No se espera que el Banco de Japón modifique su política, por lo que la declaración y las orientaciones de Ueda serán objeto de un intenso escrutinio en busca de señales sobre cuándo y cómo se desarrollará este año el proceso de "normalización" y el eventual alejamiento de los tipos de interés negativos.

O si.

Los recientes datos de inflación han sido suaves, lo que ha restado presión al Banco de Japón para actuar. Con la inflación deslizándose aparentemente de nuevo hacia el objetivo del 2% del BOJ, los operadores están ajustando sus expectativas de tipos y los activos japoneses están reaccionando en consecuencia.

Las acciones han subido casi un 10% este mes, el yen se desliza de nuevo hacia la zona de los 150,00 por dólar y los rendimientos de los bonos son significativamente más bajos que hace unos meses, a pesar de haber sido arrastrados al alza en los últimos días por el aumento de los rendimientos mundiales.

La diferencia entre las perspectivas de los inversores hacia Japón y China es de la noche al día. Puede que ambos estén sobrevalorados en estos momentos, pero el impulso del mercado en ambos países es fuerte y muestra pocos signos de dar marcha atrás.

Las acciones de China y Hong Kong volvieron a desplomarse el lunes. El índice azul chino CSI300 patinó un 1,6% hasta su nivel de cierre más bajo en cinco años, el índice compuesto de Shanghai se hundió un 2,7% -su mayor caída desde abril de 2022- y en Hong Kong el índice Hang Seng cayó un 2,3% hasta su nivel más bajo en 14 meses.

El banco central de China se mantuvo impasible en cuanto a los tipos de interés el lunes, tal y como se esperaba. Pero muchos operadores e inversores se preguntarán cuánto tiempo más podrán cruzarse de brazos los responsables políticos. Cuanto más tiempo lo haga, más podría prolongarse la caída del mercado bursátil.

Pekín ha dicho que tomará medidas más contundentes y eficaces para apoyar la confianza del mercado, según informó el lunes el medio estatal CCTV, citando una reunión del gabinete presidida por el primer ministro Li Qiang.

También el lunes, los principales bancos estatales chinos se movilizaron para apoyar al yuan, estrechando la liquidez en el mercado de divisas offshore mientras vendían activamente dólares estadounidenses onshore ante la caída de la renta variable, dijeron fuentes a Reuters.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el martes:

- Decisión de política monetaria de Japón

- IPP de Corea del Sur (diciembre)

- Confianza empresarial de Australia (diciembre)