El índice de referencia japonés, el Nikkei, estuvo de fiesta como si fuera muy cerca de 1989 para cotizar a un suspiro de un máximo histórico a primera hora de la tarde asiática del viernes.

El Nikkei alcanzó un máximo de 34 años en 38.865,06 puntos, con su máximo histórico de 38.957,44 puntos alcanzado el 29 de diciembre de 1989 en rango. El mercado de valores favorito de Asia ha subido un 15% en lo que va de año, ampliando su rally del 28% de 2023.

La subida se ha producido incluso cuando Japón ha entrado en recesión y ha perdido su título de tercera economía mundial en favor de Alemania, y cuando la debilidad del yen vuelve a estar en el radar de los operadores.

Sin duda, un yen débil suele ser bueno para el mercado bursátil, dado que impulsa los beneficios de las grandes empresas japonesas con operaciones globales, lo que a su vez ayuda a la economía dependiente de las exportaciones.

Pero en el lado opuesto, un yen débil eleva los precios de las importaciones de alimentos y energía, perjudicando a los consumidores cuyos cheques de pago apenas dan abasto.

Esto supone un quebradero de cabeza para el Banco de Japón (BOJ), que camina por la cuerda floja entre poner fin a años de tipos de interés negativos y mantener una política monetaria acomodaticia.

El gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, dijo el viernes que el banco central examinará si mantiene sus diversas medidas de relajación monetaria cuando se vislumbre la consecución sostenida de su objetivo de inflación.

En Estados Unidos, es un día ajetreado en el calendario de datos, en el que se publicará el índice de precios a la producción (IPP) de enero junto con la encuesta de la Universidad de Michigan sobre el sentimiento de los consumidores.

Un IPP alto significaría riesgos al alza para el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), lo que no gustaría a los mercados ni a Wall Street en particular.

Al igual que el Nikkei, las acciones estadounidenses también han estado en racha y han marcado máximos históricos este año, impulsadas por la perspectiva de recortes de tipos en EE.UU. a finales de este año.

Impulsado por el auge actual de la tecnología y la IA, y por la fortaleza de los beneficios recientes, el S&P 500 ha subido 14 de las últimas 15 semanas, algo que no había hecho por última vez en 1972.

El índice está ahora prácticamente plano en la semana, lo que le deja finamente preparado para registrar el viernes su 15ª racha de ganancias de las últimas 16 semanas. Sólo lo ha conseguido siete veces en su historia, la última vez también en 1972.

Acontecimientos clave que podrían influir en los mercados el viernes:

- Ventas minoristas en el Reino Unido (enero)

- Cifras del IPP estadounidense (enero)

- Encuesta de la Universidad de Michigan