Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos de la mano de Jamie McGeever, columnista de mercados financieros.

El Banco de Japón, el banco central más dovish del mundo, anuncia su última decisión política el viernes, con los mercados muy sensibles a las señales de cuándo y hasta qué punto abandonará su política superlaxa.

Los mercados asiáticos deberían llegar a la decisión con ventaja, después de que el S&P 500 y el Nasdaq cerraran el jueves en máximos de 14 meses al apostar los inversores a que los tipos de interés estadounidenses están cerca de tocar techo.

El Banco de Japón sigue a las subidas de tipos de interés sorprendentemente agresivas y a las orientaciones dadas recientemente por los responsables políticos de Canadá y Australia, y a las señales de halcones de esta semana del Banco Central Europeo y, en menor medida, de la Reserva Federal estadounidense.

El Banco de Japón sigue siendo la excepción entre los principales bancos centrales, ya que promete mantener su política laxa hasta que esté seguro de que la inflación alcanza el objetivo del 2%. Las encuestas, las fuentes y los movimientos del mercado sugieren que no habrá movimientos en los tipos ni en el plan de control de la curva de rendimientos (YCC), lo que deja el foco de atención en la conferencia de prensa del gobernador del BOJ, Kazuo Ueda.

Mientras que la Fed y otros países han endurecido su política en 500 puntos básicos o han subido los tipos a su nivel más alto en décadas, los tipos de interés japoneses siguen siendo negativos y el banco central está comprando cantidades ilimitadas de bonos para limitar los rendimientos a un determinado nivel.

Alrededor de la mitad de los economistas de una encuesta de Reuters esperan un retroceso de la relajación, incluido un ajuste del YCC, en julio o septiembre. Ueda podría abrir la puerta a esto el viernes, haciendo un guiño a la inflación que actualmente sobrepasa las previsiones del BOJ y a una posible mejora de las proyecciones de precios del BOJ en julio, dijeron.

Pero Ueda ha insistido en la necesidad de mantener una política ultra laxa hasta que el crecimiento duradero de los salarios acompañe al aumento de los precios. Los cambios en el CCY podrían llegar tan pronto como en julio, pero una subida de los tipos de interés está muy lejos: los analistas del Bank of America creen que los tipos se mantendrán hasta el verano de 2024.

Si los activos japoneses son un indicio, los inversores esperan que Ueda y sus colegas pecarán de dovish.

El yen cayó el jueves a un nuevo mínimo del año al situarse en 141,00 por dólar y, sobre todo después de que el BCE dejara claro que seguirá subiendo los tipos, a un mínimo de 15 años frente al euro de 153,68 por euro.

Las autoridades japonesas seguirán de cerca estos acontecimientos y no se descarta una intervención para detener la podredumbre. Quizá 145,00 por dólar sea el detonante.

El abaratamiento de la divisa japonesa ha hecho que sus mercados bursátiles resulten extremadamente atractivos para los inversores extranjeros. El índice de referencia Nikkei 225 subió el jueves hasta un nuevo máximo de 33.767 puntos en 33 años, antes de cerrar ligeramente a la baja.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el viernes:

- Decisión de política monetaria de Japón

- Inflación en la zona euro (mayo, lectura final)

- Hablan Bullard, Waller y Barkin de la Fed