El riesgo de que la guerra de Israel contra el grupo islamista Hamás se convierta en un conflicto regional más amplio mantuvo en vilo a los mercados, ya que los ataques aéreos israelíes azotaron Gaza a primera hora del lunes y Estados Unidos envió más activos militares a la región.
Los bonos del Tesoro de EE.UU. se mantuvieron moderados mientras los inversores se atrincheraban a la espera de la reunión del Banco Central Europeo y de los datos del PIB de EE.UU. a finales de semana.
Los rendimientos a diez años rondaban el 4,98%, tras haber superado brevemente el 5% la semana pasada después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijera que la fortaleza de la economía estadounidense y los mercados laborales calientes podrían justificar unas condiciones financieras más restrictivas.
El índice dólar sumó un 0,1%, hasta 106,28, y el euro bajó un 0,2%, hasta 1,0574 dólares.
El yen japonés cotizó por última vez a 149,93 por dólar, después de ceder brevemente a primera hora del lunes a 150,14, un nivel que se vio por última vez el 3 de octubre, cuando los operadores sospechaban que el Banco de Japón (BOJ) había intervenido para empujarlo hacia el lado más fuerte de 150.
Masafumi Yamamoto, estratega jefe de divisas de Mizuho Securities en Tokio, dijo que parecía que un grupo de inversores apostaba a que el BOJ defendería el nivel de 150, mientras que otros veían en el aumento de los rendimientos en EE.UU. una razón para seguir empujando al dólar al alza.
"Potencialmente hay dos bandos luchando en torno a 150, por eso el dólar-yen no se mueve de aquí", dijo Yamamoto.
Aunque se especulaba con la posibilidad de que el Banco de Japón volviera a retocar su banda política de la curva de rendimientos en una revisión de la política programada para la semana que viene, el Banco de Japón también había demostrado que no dejará que los rendimientos internos suban bruscamente, dijo.
El rendimiento del JGB de referencia se situó en el 0,855%, su nivel más alto desde julio de 2013. Los rendimientos cayeron el viernes después de que el BOJ anunciara más préstamos para animar a las instituciones financieras a comprar JGB.
Aunque no ha subido al mismo ritmo que los rendimientos, el dólar se ha visto apuntalado por el aumento constante de los rendimientos en el tramo largo de la curva de los bonos del Tesoro estadounidense, impulsado por la ampliación de las primas por plazo ante las expectativas de un crecimiento más fuerte y de un retroceso fiscal.
Desde mediados de julio, el índice del dólar ponderado por el comercio ha subido un 6,7%, pero este mes se ha mantenido prácticamente estable.
"Es un poco desconcertante que el DXY no haya vuelto a probar los mínimos de principios de octubre, dados sus sólidos fundamentos de altos rendimientos respaldados por un fuerte crecimiento, una fuerte producción de energía a medida que aumentan las preocupaciones sobre Oriente Medio y el estatus de refugio", dijo Sean Callow, estratega de divisas de Westpac.
"Sin embargo, es probable que la caída del DXY se limite a mediados de los 105 y seguimos apuntando a 109 en el cuarto trimestre y el primero".
Otros analistas señalaron la estabilidad del yen y del yuan chino, ambos grandes componentes del índice comercial DXY, como la razón de los tibios movimientos del índice dólar.
Los precios del petróleo cayeron más de un dólar el lunes debido a los esfuerzos diplomáticos del fin de semana para contener el conflicto y reducir la preocupación de una gran interrupción del suministro de crudo. Los futuros del crudo Brent cayeron hasta los 91,14 $ el barril, pero siguen subiendo aproximadamente un 10% en 10 días.
El BCE se reúne el jueves, y un sondeo de Reuters muestra que, aunque ya ha terminado de subir los tipos, no empezará a relajarlos hasta al menos julio de 2024. En septiembre elevó sus tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos.
En criptodivisas, el bitcoin subió por última vez un 3,6% hasta los 30.670,63 dólares.
