Los países europeos han intensificado la vigilancia en torno a las instalaciones críticas después de que los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que conectan Rusia con Alemania, se rompieran en septiembre y arrojaran gas al mar Báltico.

El incidente se convirtió en un punto álgido en el enfrentamiento energético entre Occidente y Moscú desde la invasión rusa de Ucrania en febrero. Rusia niega haber saboteado los gasoductos y trató de culpar a Gran Bretaña del incidente. Londres negó su implicación.

Los investigadores encontraron restos de explosivos en el lugar de los hechos y sospechan que los oleoductos fueron volados deliberadamente.

Junto al primer ministro noruego, Jonas Gahr Stoere, en una reunión informativa, el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que implicar a la OTAN enviaría una señal al mundo exterior.

"Nos tomamos muy en serio la protección de nuestras infraestructuras críticas y nadie debe pensar que los ataques quedarán sin consecuencias", declaró.

"Los oleoductos, los cables telefónicos, las conexiones a Internet son líneas vitales para nuestros Estados y deben protegerse especialmente", afirmó.

Noruega ha desempeñado un papel crucial en el suministro de gas a Europa después de que Rusia redujera las exportaciones. Scholz dijo que Noruega suministra ahora alrededor de la mitad de las necesidades de Alemania.

Noruega está produciendo gas a plena capacidad y seguirá haciéndolo en los próximos años, afirmó Stoere. "Tenemos la responsabilidad particular de garantizar el suministro seguro de gas a Europa, que es crucial mantener", dijo Stoere.

En una declaración enviada por correo electrónico, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que acogía con satisfacción la propuesta de Alemania y Noruega.

"Hemos intensificado nuestros esfuerzos tras el reciente sabotaje de los gasoductos Nord Stream, y es vital hacer aún más para garantizar que nuestras infraestructuras en alta mar permanezcan a salvo de futuros actos destructivos", afirmó.

En su intervención en la Conferencia de Seguridad de Berlín el miércoles por la noche, Scholz también dijo que Alemania quería recurrir a su fondo especial de defensa de 100.000 millones de euros este año para comprar cazas F35 y reequipar vehículos de combate de infantería Puma.

Añadió que Rusia ya no podía ganar la guerra en Ucrania en el campo de batalla.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza militar transatlántica creada tras la Segunda Guerra Mundial, se reunieron el miércoles en Bucarest y dieron garantías de apoyo a los vecinos de Rusia.

La reunión se centró en la región de los Balcanes Occidentales, en particular en Bosnia, y en dos antiguas repúblicas soviéticas, Moldavia y Georgia, ambas con regiones separatistas ocupadas por tropas rusas.