La empresa, que ya informó el mes pasado de sus resultados preliminares y de unas perspectivas más halagüeñas para 2023, dijo también que había aumentado sus inversiones en más de un tercio hasta los 2.400 millones de euros (2.600 millones de dólares) en el primer semestre.

"Tras un largo periodo de crisis, percibimos que los vientos en contra para nuestro negocio están disminuyendo. Vemos que nuestros mercados se recuperan cada vez más", declaró el consejero delegado Leonhard Birnbaum.

Dijo que E.ON repercutiría los menores costes de la electricidad y el gas a millones de sus clientes, lo que pesará sobre los beneficios pero se produce en respuesta a que los precios al por mayor rebotan desde los niveles récord registrados el año pasado después de que Rusia recortara los suministros de gas a Alemania.

E.ON, que tiene previsto invertir 33.000 millones de euros en el periodo 2023-2027, confirmó sus perspectivas para el año en curso y sigue esperando un beneficio básico ajustado (EBITDA) de entre 8.600 y 8.800 millones de euros.

(1 dólar = 0,9122 euros)