La reunión en la ciudad japonesa de Niigata se produjo en un momento en el que las preocupaciones sobre un impago estadounidense alimentaron la incertidumbre sobre las perspectivas mundiales, ya empañadas por una inflación obstinadamente alta y las quiebras bancarias en Estados Unidos.

"La economía global ha mostrado resistencia frente a múltiples shocks, incluyendo la pandemia del COVID-19, la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y las presiones inflacionistas asociadas", dirán los líderes en el borrador final de un comunicado visto por Reuters.

"Debemos permanecer vigilantes y mantenernos ágiles y flexibles en nuestra política macroeconómica en medio de una mayor incertidumbre sobre las perspectivas económicas mundiales".

Es poco probable que el comunicado mencione el estancamiento del techo de deuda estadounidense, que golpea a los mercados en un momento en el que los costes de los préstamos están subiendo debido al agresivo endurecimiento monetario de los bancos centrales estadounidense y europeo.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, dijo el viernes que se reuniría con altos banqueros de Wall Street la próxima semana para hablar de la posibilidad de que Washington incumpla el pago de su deuda por primera vez desde 1789.

"Evidentemente, un impago en la mayor economía del mundo sería negativo para todos", declaró a Reuters el presidente del Banco Mundial, David Malpass, al margen de la reunión del G7 el mismo día. "Las repercusiones serían nefastas de no conseguirlo".

En cuanto a los problemas bancarios, el borrador del comunicado decía que los responsables políticos abordarían "las lagunas en materia de datos, supervisión y regulación del sistema bancario".

Se espera que la agrupación reitere su condena a la invasión rusa de Ucrania y se comprometa a reforzar la vigilancia de las transacciones transfronterizas entre Rusia y otros países.

China también ha estado muy presente en las mentes de los líderes, y el presidente de este año, Japón, encabeza los esfuerzos para diversificar las cadenas de suministro y reducir su fuerte dependencia de la segunda mayor economía del mundo.

Se espera que los líderes financieros del G7 fijen un plazo hasta finales de año para poner en marcha un nuevo plan de diversificación de las cadenas de suministro mundiales, según el borrador.

El nuevo plan prevé que el G7 ofrezca ayuda a los países de renta baja y media para que puedan desempeñar un papel más importante en las cadenas de suministro de productos relacionados con la energía, por ejemplo refinando minerales y procesando piezas de fabricación.