Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña y Ucrania fueron algunos de los países que plantearon el supuesto papel de los contratistas de Wagner en el apoyo a las fuerzas armadas de Mali.

Mali, cuyos líderes tomaron el poder en un golpe de estado en 2021, y Rusia han mantenido previamente que las fuerzas rusas allí no son mercenarios sino entrenadores que ayudan a las tropas locales con equipamiento comprado a Rusia. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado que Mali tiene derecho a trabajar con empresas privadas rusas.

"Estamos especialmente preocupados por la presencia y las acciones del grupo Wagner", dijo la enviada de Canadá, Patricia Lyn McCullagh, al Consejo de Derechos Humanos durante una revisión del historial de derechos de Malí, un proceso al que están sometidos todos los Estados miembros de la ONU.

Varios países pidieron a Mali que llevara a cabo una investigación independiente sobre un incidente ocurrido en marzo de 2022 en Moura, en el centro de Mali, en el que supuestamente tropas locales y presuntos combatientes rusos mataron a cientos de civiles.

La ONU ha dicho que a sus investigadores se les negó el acceso al lugar.

Rusia ha negado que hubiera civiles muertos en Moura. Wagner no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico.

"Recomendamos que Mali lleve a cabo una investigación creíble sobre las violaciones de los derechos humanos y los abusos cometidos durante las operaciones de seguridad realizadas con las fuerzas de Wagner, apoyadas por el Kremlin, en Moura en marzo de 2022, tal y como se prometió en el Consejo de Seguridad de la ONU, y que haga rendir cuentas a los responsables", declaró la embajadora de Estados Unidos ante el Consejo, Michele Taylor.

El director de la justicia militar de Mali, el coronel Boubacar Maiga, declaró que ya se estaba llevando a cabo una investigación.

"El gobierno de Mali está decidido a llevar (la investigación) a buen término respetando los derechos humanos y con un espíritu de plena independencia", declaró, añadiendo que el acceso era difícil ya que Mali está "en guerra".

La enviada rusa Maria Molodtsova declaró que "los muertos (en Moura) eran militantes de grupos terroristas que habían oprimido a la población durante años". La operación militar "contribuyó a la paz y la tranquilidad en Moura", afirmó.

Mali está invadido por militantes vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico que han librado una insurgencia de una década que ha causado cientos de muertos. Las fuerzas francesas intervinieron en 2013, obligando inicialmente a los insurgentes a retirarse, pero desde entonces han resurgido y controlan gran parte del centro y el norte.

Las fuerzas francesas se retiraron el año pasado en medio de una disputa diplomática con la junta militar de Malí justo cuando el Grupo Wagner entró en acción.