Rusia prevé cosechar una media de unos 130 millones de toneladas de cereales al año y exportar hasta 55 millones de toneladas, declaró la viceministra rusa de Agricultura, Oksana Lut.

Añadió que Moscú había conseguido aumentar sus exportaciones de grano a pesar de que algunos países rechazaban el grano ruso a causa del conflicto en Ucrania, que Rusia denomina su "operación militar especial".

"A pesar de la disminución del número de países compradores, hemos aumentado nuestros volúmenes de ventas... No perseguimos el número de países, perseguimos buenas asociaciones", declaró Lut al margen de un foro industrial celebrado el viernes.

En la actualidad, Rusia envía alrededor del 80% de su grano a Oriente Próximo y el norte de África, siendo Turquía, Egipto, Irán, Arabia Saudí y Argelia los cinco principales compradores, según Eduard Zernin, jefe del sindicato ruso de exportadores de grano.

El ministro de Agricultura, Dmitry Patrushev, declaró a principios de esta semana que la cosecha de grano sería de al menos 123 millones de toneladas en 2023, mientras que las exportaciones de grano ascenderían a unos 50-55 millones de toneladas en la temporada 2023-2024.

El acuerdo sobre cereales en el Mar Negro que permite el paso seguro de los productos agrícolas ucranianos se prorrogó dos meses más esta semana. Sin embargo, Moscú afirma que quiere ver más progresos en la aplicación de las partes del paquete que afectan a Rusia, incluida la readmisión de su banco agrícola en el sistema internacional de pagos SWIFT y la reanudación de un oleoducto de amoníaco entre Rusia y Ucrania. (Reportaje de Reuters; Edición de Mark Trevelyan)