Fue el mayor déficit mensual desde 1984, el primer año para el que se dispone de estos datos, según los registros del banco central. Antes de esa fecha, Turquía no tenía una economía lo suficientemente grande como para generar tal déficit, según muestran los datos.

Convertir el crónico déficit por cuenta corriente de Turquía, de 48.700 millones de dólares en 2022, en un superávit ha sido uno de los principales objetivos del programa económico del presidente Tayyip Erdogan, que también prioriza el crecimiento, las exportaciones y el empleo con tipos bajos.

En una encuesta de Reuters, la estimación media para el déficit por cuenta corriente en enero era de 10.000 millones de dólares, con previsiones que oscilaban entre los 6.000 y los 11.100 millones de dólares.

El déficit comercial de Turquía, uno de los principales componentes de la balanza por cuenta corriente, aumentó un 38% en enero hasta los 14.240 millones de dólares, según mostraron los datos, debido principalmente al fuerte aumento de las importaciones de oro y al encarecimiento de las importaciones de energía.

La balanza por cuenta corriente arrojó un déficit de 6.890 millones de dólares en el mismo periodo del año anterior.

Excluyendo el oro y la energía, la balanza por cuenta corriente arrojó un superávit de 2.600 millones de dólares en enero, frente al superávit de 1.700 millones del mismo mes del año pasado.

Los economistas prevén que la balanza por cuenta corriente registre nuevos déficits en los próximos meses y esperan que el déficit se sitúe en 43.500 millones de dólares a finales de año, según la encuesta.

Los economistas vigilan también el impacto de los fuertes terremotos que asolaron el sureste del país en febrero, así como el curso de las importaciones de energía y oro después de que las autoridades introdujeran medidas para limitar las importaciones de oro el mes pasado.