En una conferencia de prensa, Cavusoglu dijo que el incidente era un ataque racista y constituía un delito de odio. Suecia no debería intentar engañar a Turquía llamándolo libertad de expresión, añadió.

Un fiscal sueco dijo el lunes que no habría una investigación formal sobre la manifestación de la semana pasada en la que una efigie de tamaño natural de Erdogan fue colgada de una farola por los pies, informó el Aftonbladet.