El Departamento de Agricultura de EE.UU. dijo el martes que prorrogará hasta 90 días un programa de prueba que permite a seis plantas de carne de cerdo de EE.UU. operar a velocidades más rápidas en las líneas de procesamiento mientras se recogen datos sobre cómo afectan las velocidades a los trabajadores del sector cárnico.

La decisión es una victoria para las grandes empresas cárnicas como Tyson Foods y JBS SA, y para sus ganaderos, en un momento en que ambas están perdiendo dinero. Algunos grupos activistas como Food & Water Watch se habían opuesto al programa por considerarlo un riesgo para la seguridad alimentaria.

A las plantas, incluida una en Nebraska propiedad de Tyson y otra en Illinois dirigida por Swift Pork Company de JBS, se les permitió acelerar la velocidad de las líneas el año pasado en virtud de un ensayo que les obligaba a aplicar también medidas de seguridad para los trabajadores en virtud de acuerdos con los sindicatos o los comités de seguridad de los trabajadores.

Las empresas podían participar en el ensayo porque habían acelerado las velocidades de procesamiento en virtud de una norma de la era Trump que eliminaba los límites de velocidad para las instalaciones de sacrificio de cerdos. Un juez invalidó en 2021 esa norma después de que el sindicato United Food and Commercial Workers (UFCW), que representa a muchos trabajadores del sector cárnico, demandara al USDA por preocupaciones sobre la seguridad de los trabajadores.

Tyson declinó hacer comentarios. JBS y UFCW no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.

A las plantas del ensayo también se les asignó la tarea de recopilar datos sobre cómo afecta la velocidad de las líneas a los trabajadores y compartirlos con la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos.

El martes, la agencia dijo que los datos recogidos hasta el momento no eran suficientes para evaluar el impacto sobre los trabajadores y que se encargarían más datos y un estudio en los próximos 90 días.

Casi el 40% de los 74 millones de cerdos que hay en Estados Unidos se encuentran en un radio de 100 millas de las seis plantas, lo que las convierte en vitales para el suministro de procesado, según los republicanos del Comité de Agricultura del Senado de Estados Unidos, que habían advertido de que sin la acción del USDA, los precios del cerdo podrían subir y la demanda de cerdos podría caer.