JBS SA, el mayor empacador de carne del mundo, ha reducido las compras de ganado a ranchos con "irregularidades" como la deforestación ilegal, según descubrieron los fiscales federales en su última ronda de auditorías en el estado amazónico de Pará, publicadas el jueves.

Los fiscales dijeron en una sesión informativa que el 6% de las compras de ganado auditadas por JBS procedían de explotaciones potencialmente incluidas en listas negras por violaciones del medio ambiente o de los derechos humanos, lo que supone una reducción de casi el 17% en el ciclo de auditorías anterior y de hasta el 32% en el anterior.

"Estamos satisfechos con la evolución. Pero nuestro objetivo es alcanzar el 100% de cumplimiento", afirmó en un comunicado Liège Correia, directora de sostenibilidad de JBS en Brasil. El comunicado señalaba que el 94% de cumplimiento supone una mejora respecto a la puntuación del 83% de cumplimiento del ciclo anterior.

JBS y otros grandes empacadores de carne llegaron a un acuerdo con los fiscales federales en 2013 en el que las empresas se comprometían a no comprar ganado de ranchos que hubieran sido desbrozados ilegalmente desde 2008 o que incumplieran de otro modo las leyes medioambientales. "Las empresas que no se adaptan y no realizan auditorías están perjudicando a la Amazonia", afirmó el fiscal Ricardo Negrini en un comunicado. Al no supervisar sus propias cadenas de suministro, las empresas estarían "fomentando la delincuencia", añadió.

La producción de carne de vacuno está asociada a la deforestación en Brasil, ya que durante décadas los acaparadores de tierras han talado la selva amazónica para destinarla al pastoreo o a los cultivos.

Una auditoría separada del mayor exportador de carne de vacuno de Sudamérica, Minerva, no mostró no conformidades en Pará, según la presentación de los fiscales. (Reportaje de Ana Mano en Sao Paulo Edición de Matthew Lewis)