El índice de acciones blue-chip del Reino Unido rondó el lunes un máximo de dos semanas, gracias a que los valores energéticos subieron por la escalada de las tensiones en Oriente Medio, aunque persistió la cautela ante los resultados políticos de los principales bancos centrales, así como los beneficios de esta semana.

El FTSE 100 subió un 0,1% hacia las 0812 GMT, manteniéndose cerca de su nivel más alto desde el 12 de enero, ya que las acciones de las grandes petroleras y de Shell subieron casi un 2%.

Los precios del crudo subieron después de que un ataque con aviones no tripulados contra las fuerzas estadounidenses en Jordania se sumara a las preocupaciones sobre la interrupción del suministro en Oriente Medio, mientras los rebeldes Houthi intensificaban sus ataques contra buques en el Mar Rojo.

El FTSE 250 británico, de orientación nacional, bajó un 0,4%.

Ambos índices registraron el viernes su primera subida semanal del año, ayudados por unos informes de beneficios optimistas, así como por las esperanzas de más estímulos para la economía china.

Los inversores están a la espera de las decisiones políticas de la Reserva Federal de EE.UU. y del Banco de Inglaterra a finales de esta semana, donde se considera que los responsables políticos mantendrán los tipos de interés, aunque los operadores vigilarán de cerca cualquier comentario sobre la posibilidad de recortes de tipos.

Ryanair cayó un 3,1% después de que el operador aéreo recortara su previsión de beneficios para el ejercicio que finaliza en marzo, después de que algunas agencias de viajes online dejaran de vender sus vuelos en diciembre, lo que le obligó a recortar las tarifas para llenar plazas.

Otras aerolíneas como IAG, propietaria de British Airways, Wizz Air y EasyJet cayeron en las primeras operaciones.