11 oct (Reuters) - El selectivo bursátil español se acercó el martes a mínimos de casi dos años tras una quinta sesión seguida en rojo, en un contexto de deterioro de la confianza ante la perspectiva de más subidas de tipos frente a la alta inflación, que augura una reducción de los beneficios empresariales.

A la espera del dato de inflación de Estados Unidos del jueves, responsables de la Fed y el Banco Central Europeo volvieron a dejar claro el martes que el ciclo de agresivo endurecimiento monetario no ha terminado, preparando a los mercados para una probable recesión económica y resultados corporativos más débiles.

"La parte más importante de la temporada de resultados será la orientación futura de las empresas, más que los propios resultados", dijo Edward Park, director de inversiones de Brooks Macdonald Asset Management.

"En particular, se prestará atención a algunos de los líderes industriales para medir si el impulso del crecimiento económico, en su opinión, está empezando a ralentizarse".

El viernes publicarán resultados varios de los mayores bancos de EEUU, que ofrecerán una buena instantánea del estado de salud de la economía.

Por su parte, el FMI oscureció todavía más las perspectivas al recortar su previsión de crecimiento mundial para 2023, advirtiendo de que la crisis energética en Europa no será transitoria.

Así las cosas, el selectivo bursátil español Ibex-35 cerró con una caída de 57,60 puntos el martes, un 0,78%, hasta 7.355,90 puntos, mientras que el índice de grandes valores europeos FTSE Eurofirst 300 perdió un 0,61%.

En el sector bancario, Santander perdió un 1,62%, BBVA retrocedió un 0,92%, Caixabank cedió un 0,60%, Sabadell cayó un 0,33%, y Bankinter se revalorizó un 0,49%.

Entre los grandes valores no financieros, Telefónica retrocedió un 0,60%, Inditex avanzó un 1,47%, Iberdrola se dejó un 1,39%, Cellnex cayó un 1,48% y la petrolera Repsol perdió un 2,21%.

(Información de Darío Fernández; información adicional de Devik Jain)