El Centro para la Diversidad Biológica y nueve grupos comunitarios puertorriqueños afirman que la FEMA está haciendo que Puerto Rico sea menos resistente a las tormentas y tenga más probabilidades de sufrir apagones generalizados al restaurar sus antiguos sistemas alimentados por combustibles fósiles sin evaluar los posibles impactos medioambientales.

En un comunicado de prensa, la alianza de grupos de defensa dijo que la demanda "cuestiona el hecho de que la FEMA no haya tenido en cuenta la energía solar en los tejados, el almacenamiento y otras formas de energía renovable distribuida para los proyectos destinados a suministrar electricidad a las comunidades en riesgo de la red de Puerto Rico destrozada por los huracanes".

El grupo afirma que "FEMA violó la ley federal al no considerar el daño medioambiental de la reconstrucción y reubicación de la infraestructura de combustibles fósiles contaminantes de Puerto Rico, incluyendo poner en peligro el aire y el agua limpios, y las especies en peligro de extinción."

La FEMA no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios fuera del horario laboral.

La demanda fue presentada ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. en el Distrito de Columbia y también nombra al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) como demandado.

El gobierno de Biden emitió el año pasado exenciones a las normas de envío de EE.UU. para permitir que Puerto Rico recibiera urgentemente entregas de gasóleo y gas natural licuado tras el apagón total que sufrió a raíz del huracán Fiona.

La tormenta se produjo cinco años después de que el territorio estadounidense quedara devastado por el huracán María, que provocó el peor apagón de la historia de Estados Unidos.

En una carta enviada el año pasado, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, instó a las autoridades a investigar la situación energética en Puerto Rico y al proveedor de energía LUMA Energy, señalando que, a pesar de los miles de millones de dólares gastados para reconstruir la red de la isla, los residentes siguen soportando frecuentes apagones y elevadas tarifas eléctricas.

"Se trata de una cuestión de vida o muerte en términos reales, en tiempo real", declaró a Reuters el mes pasado la secretaria de Energía estadounidense, Jennifer Graholm, persona de contacto del presidente Joe Biden para arreglar la red de la isla.