El llamado mecanismo ibérico, en vigor en España y Portugal después de que ambos países llegaran a un acuerdo con la Comisión Europea en la primavera de 2022, es un plan conjunto a través del cual se subvencionan los costes de energía de las centrales de combustibles fósiles en un intento de rebajar los disparados precios de la electricidad.

"Tenemos la intención de pedir que se mantenga el mecanismo ibérico mientras dure la crisis energética o hasta que se reforme el mercado eléctrico y se actualice la regulación europea", dijo Ribera en una entrevista a la cadena de televisión Antena3.

"Nos gustaría que el tope del gas se mantuviera en la parte baja de la horquilla, en torno a 45 ó 50 euros por megavatio hora, prorrogándolo al menos hasta finales de 2024", añadió.

Actualmente, el sistema expira el 31 de mayo.

Ribera afirmó que es necesario reformar la red eléctrica de la UE para reducir la volatilidad de los precios y abaratar la electricidad.

Añadió que las suaves temperaturas del otoño y principios del invierno habían contribuido a bajar los precios y a sostener los niveles de almacenamiento de gas en toda Europa.

Los precios de la electricidad en España no han dejado de bajar desde que alcanzaron su máximo en agosto, en parte debido a una mayor producción de energía eólica.

Durante unos días de octubre, no se aplicó el tope del gas, ya que los precios se situaron por debajo del precio de activación del mecanismo de 40 euros (42,70 dólares) por MWh.

(1 dólar = 0,9365 euros)