Los países europeos, incluido el Reino Unido, importaron 121 millones de toneladas de GNL el año pasado, un 60% más que en 2021, lo que les ayudó a hacer frente a los recortes del suministro ruso por gasoducto, según afirmó Shell en sus perspectivas de GNL para 2023.

La caída de la demanda china en 15 millones de toneladas, así como la reducción de las importaciones por parte de los compradores del sur de Asia debido a los altos precios, ayudaron a Europa a adquirir suministro.

En 2022, los precios del gas alcanzaron nuevos máximos, empujando a los precios al contado del GNL en Asia a seguir su ejemplo, ya que alcanzaron máximos históricos cercanos a los 70,5 dólares por millón de unidades térmicas británicas (mmBtu).

Los precios, sin embargo, han bajado más de un 70% desde esos máximos.

"A corto plazo, se prevé que el mercado mundial de GNL siga ajustado y expuesto a las perturbaciones de la oferta y la demanda, con una oferta nueva limitada que entrará en funcionamiento. Será necesario invertir más en el suministro para satisfacer la futura demanda de GNL", dijo Shell en el informe.

"El GNL se está convirtiendo en un pilar cada vez más importante de la seguridad energética europea, respaldado por el rápido desarrollo de nuevas terminales de regasificación en el noroeste de Europa. Por el contrario, China está pasando de ser un mercado de importación en rápido crecimiento a desempeñar un papel más flexible con una mayor capacidad para equilibrar el mercado mundial de GNL", afirmó Shell.

China devolvió el título de principal importador de GNL a Japón en 2022, ya que la demanda se ralentizó en medio de sus estrictas medidas de bloqueo cero y los elevados precios al contado frenaron las compras.

Los analistas prevén que la demanda china de GNL repunte hasta situarse entre 70 y 72 millones de toneladas en 2023, por debajo de los niveles récord de 2021, ya que los precios del GNL se mantendrán relativamente altos y los efectos persistentes de la pandemia frenarán la demanda.

El comercio mundial total de GNL alcanzó los 397 millones de toneladas en 2022. Las previsiones del sector apuntan a que la demanda se disparará hasta los 700 millones de toneladas en 2040, según Shell, que añadió que se espera que surja una brecha entre la oferta y la demanda a finales de la década de 2020.