En una votación final en la cámara alta del parlamento, 52 votaron a favor del proyecto de ley mientras que 19 votaron en contra, permitiendo que el proyecto fuera aprobado con mayoría absoluta.

En el referéndum se preguntará a los australianos si apoyan la modificación de la constitución para incluir la "Voz al Parlamento", un comité que pueda asesorar al parlamento en asuntos que afecten a los aborígenes e isleños del Estrecho de Torres.

El primer ministro Anthony Albanese deberá fijar ahora la fecha del referéndum. Será el primer referéndum que voten los australianos desde 1999, cuando rechazaron el establecimiento de una república.

Los aborígenes, que representan alrededor del 3,2% de los casi 26 millones de habitantes de Australia, se sitúan por debajo de la media nacional en la mayoría de las mediciones socioeconómicas y no se mencionan en la constitución. Fueron marginados por los gobernantes coloniales británicos y no se les concedió el pleno derecho al voto hasta la década de 1960.

Los legisladores que apoyaban el proyecto aplaudieron y vitorearon cuando se leyeron las cifras finales de la votación en la cámara.

"Es una petición muy sencilla....que se nos reconozca en la constitución", dijo a la cámara Malarndirri McCarthy, mujer indígena y senadora del Partido Laborista.

"Estar incluido en la constitución es algo muy importante para los indígenas. La mayoría de los indígenas quieren que esto ocurra", afirmó.

El apoyo al cambio constitucional ha sido vacilante. Una encuesta publicada la semana pasada mostraba que los contrarios al referéndum iban por delante por primera vez, 51% contra 49%.

Para cambiar la constitución, el gobierno debe asegurarse lo que se conoce como una doble mayoría en el referéndum. Eso significa que más del 50% de los votantes de todo el país y la mayoría de los votantes de al menos cuatro de los seis estados deben respaldar el cambio.

Los grupos que se oponen al cambio constitucional han argumentado que es una distracción para conseguir resultados prácticos y positivos, y que dividiría a los australianos por razas.

"Si triunfa el sí, estaremos divididos para siempre", declaró la senadora Jacinta Nampijinpa Price, portavoz de la oposición para asuntos indígenas. El principal partido de la oposición, el Partido Liberal, está pidiendo a la gente que vote "no" en el referéndum.

La senadora indígena independiente Lidia Thorpe, que también se ha opuesto frontalmente al proyecto de ley, afirmó que el cambio sólo creará un "órgano consultivo sin poder".