Los precios al consumo de China prolongaron su caída en noviembre, mientras que la deflación a puerta de fábrica se acentuó, ya que la persistente debilidad de la demanda arroja dudas sobre la sostenibilidad de la recuperación económica.

El índice de precios al consumo (IPC) cayó un 0,5% en noviembre, tanto respecto al año anterior como en comparación con octubre, según mostraron el sábado los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). En octubre, el IPC cayó un 0,2% interanual.

Los analistas encuestados por Reuters esperaban que el IPC cayera un 0,1% tanto interanual como intermensual.

El índice de precios a la producción (IPP) cayó un 3,0% interanual, frente a la caída del 2,6% de octubre, lo que supone el decimocuarto mes consecutivo de descenso. Los economistas habían previsto una caída del 2,8% en noviembre.

La economía china ha tenido que hacer frente a múltiples vientos en contra este año, como la creciente deuda de los gobiernos locales, un mercado inmobiliario en crisis y una tibia demanda interna y externa, con los consumidores apretando el cinturón en medio de una esquiva recuperación económica.

Los mercados están a la espera de más estímulos gubernamentales en la "Conferencia Central de Trabajo Económico" que se celebrará a mediados de diciembre.