Los futuros del crudo perdieron más de un 10% en 2023 en un tumultuoso año de cotización marcado por la agitación geopolítica y la preocupación por los niveles de producción de petróleo de los principales productores de todo el mundo.
"Esperamos que el petróleo siga siendo volátil, exacerbado por la enorme influencia del mercado de papel, informado por la geopolítica y la política de la OPEP", escribió BofA en la nota.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados, u OPEP+, está recortando actualmente la producción en unos 6 millones de barriles diarios, lo que representa alrededor del 6% de la oferta mundial.
Según BofA, el mayor reto para los inversores este año es no subestimar el compromiso de Arabia Saudí con el petróleo, reconociendo al mismo tiempo que el Brent podría permanecer en una banda teórica de 70-90 dólares debido a la producción de países no pertenecientes a la OPEP y a unas perspectivas inciertas de la demanda.
La correduría afirmó que las valoraciones absolutas del sector, de media, son menos convincentes que en cualquier otro momento desde Covid, tras la fuerte recuperación de los últimos tres años.
BofA, sin embargo, ve vientos de cola en la reciente negociación de acuerdos en el mayor yacimiento de esquisto de EE.UU., la cuenca del Pérmico.
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