El fulgurante repunte del oro hasta alcanzar sucesivos máximos históricos muestra todos los indicios de continuar en la segunda mitad de 2024, ya que los argumentos fundamentales a favor del lingote se mantienen firmes, aunque los 3.000 dólares por onza parecen estar fuera de su alcance, según los operadores y los expertos del sector.

Los inversores han acudido en masa hacia el metal precioso, impulsados por las expectativas de relajación monetaria, las tensiones geopolíticas en Europa y Oriente Próximo y -sobre todo- las compras de los bancos centrales lideradas por China.

El oro al contado cotiza en torno a los 2.300 dólares la onza tras alcanzar un récord de 2.449,89 dólares el 20 de mayo, ganando más de un 11% en lo que va de año.

"Hay muchas razones que impulsan al oro en estos momentos..., pero uno de los principales factores es China", declaró a Reuters Ruth Crowell, consejera delegada de la Asociación del Mercado de Lingotes de Londres, al margen de la conferencia sobre metales preciosos de Asia-Pacífico celebrada en Singapur.

"Normalmente China y Japón han sido compradores de presupuestos, pero dado el estado de la economía, los retos inmobiliarios y los mercados de renta variable, el oro es una opción segura... Creo que el oro va a seguir interesando durante algún tiempo".

Los bancos centrales de todo el mundo, especialmente China, han estado aumentando sus reservas en oro debido a la depreciación de sus divisas y a los riesgos geopolíticos y económicos.

El oro en lingotes se conoce tradicionalmente como una cobertura favorecida contra los riesgos geopolíticos y económicos, prosperando en un entorno de tipos de interés bajos.

"La demanda física de oro es fuerte, pero aún no hemos visto llegar la demanda de inversión minorista, como los fondos cotizados en bolsa, la demanda de Estados Unidos... Veo que los precios alcanzarán los 2.600 - 2.700 dólares muy fácilmente este año", afirmó Amar Singh, responsable de Metales - Asia Pacífico y Oriente Próximo de StoneX.

Mientras los inversores buscan claridad sobre el calendario de recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, es probable que las elecciones estadounidenses de noviembre añadan más volatilidad al mercado, según los analistas.

Aunque la mayoría de los analistas y operadores siguen siendo alcistas con respecto al oro, la posibilidad de que el metal precioso supere los 3.000 dólares por onza parece remota en estos momentos, señalaron.

"No se trata de que algún factor en particular frene al oro, sino más bien de que 3.000 dólares supondrían otro 30% a partir de aquí, lo que es bastante teniendo en cuenta que ya hemos tenido algunas ganancias considerables", dijo Nikos Kavalis, director gerente de Metals Focus.

LA PLATA RINDE

La plata, tanto un activo de inversión como un metal industrial utilizado en electrónica y paneles solares, ha tenido un buen comportamiento gracias a la fortaleza del oro y a la firme demanda física.

El metal cotizaba el martes a 29,20 dólares la onza, cerca de un máximo de más de 11 años alcanzado en mayo.

"El futuro es brillante para la plata en lo que respecta a su uso en la transición a la energía verde. Además, hay más margen para que los precios del oro suban y los de la plata les seguirán también", afirmó Michael DiRienzo, presidente y consejero delegado de The Silver Institute.

Las importaciones de plata de la India en los cuatro primeros meses del año ya han superado el total de todo 2023, debido a la creciente demanda de la industria de paneles solares y a que los inversores apuestan por un rendimiento superior al del oro, según declararon a Reuters el mes pasado funcionarios del gobierno y de la industria.

El mercado de la plata se encuentra actualmente en el cuarto año de un déficit estructural del mercado debido a las expectativas de una mayor demanda industrial, dijo Metals Focus en una investigación elaborada para el organismo industrial Instituto de la Plata.