En su última ronda de sanciones relacionadas con Ucrania, Washington y Londres prohibieron el viernes a las bolsas de comercio de metales aceptar aluminio, cobre y níquel nuevos producidos por Rusia y prohibieron la importación de los metales a Estados Unidos y Gran Bretaña con el fin de perturbar los ingresos rusos por exportaciones.

"Los representantes de la industria metalúrgica están en estrecho contacto con el gobierno", declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. "Por supuesto, se trata de una industria de importancia sistémica y el gobierno está discutiendo diversas líneas de actuación, teniendo en cuenta la situación actual".

El principal productor de metales, Nornickel, dijo que las sanciones aumentarían aún más la volatilidad de los precios y la incertidumbre en el suministro, pero afirmó que su intención era seguir siendo un proveedor fiable y que continuaría cumpliendo todas sus obligaciones contractuales.

El productor de aluminio Rusal dijo que las nuevas sanciones no tendrían ningún impacto en su capacidad para suministrar aluminio a los mercados mundiales.

Rusia es un importante productor de metales. Su cuota en la producción mundial supera el 5% de aluminio, el 6% de níquel refinado y el 4% de cobre. Las autoridades estadounidenses y británicas esperan que las últimas sanciones amplíen el descuento para el metal ruso no negociado en las bolsas.