Como parte de los esfuerzos por reducir la dependencia de China, que domina los suministros de minerales necesarios para la transición a una economía con menos emisiones de carbono, la Ley de Materias Primas Críticas de la UE, que aún no ha entrado en vigor, estableció objetivos para desarrollar fuentes alternativas.

Hasta ahora, la UE ha firmado asociaciones con países como Canadá, Kazajstán, Namibia y Ucrania, y ha dicho que los acuerdos con Argentina y Chile son inminentes.

Elisabetta Sartorel, responsable de la política de la UE sobre materias primas críticas, dijo en una presentación virtual ante la asamblea general anual de la Cámara de Minas de Zimbabue, que una delegación del bloque estaría en la República Democrática del Congo para mantener conversaciones en junio.

"Esperamos, en un futuro próximo, iniciar negociaciones con otros países de la región de los Grandes Lagos, en particular Ruanda, Uganda, Zambia y quizás también Tanzania", añadió.

Las asociaciones de materiales críticos de la UE ofrecen inversiones, colaboración en investigación e innovación, desarrollo de infraestructuras y desarrollo de capacidades.

Sartorel señaló que una vez firmado un acuerdo sobre materiales críticos, se elabora una hoja de ruta de acciones concretas que la UE y el país socio deben aplicar conjuntamente.

Sin embargo, la UE se enfrenta a una ardua lucha para alcanzar a China.

Su plan de materias primas críticas señala que el 63% del cobalto mundial, utilizado en las baterías de los vehículos eléctricos, se extrae en la República Democrática del Congo, y el 60% se refina en China.