Donnet, director general de Generali desde 2016, ha sido propuesto para un tercer mandato por su consejo de administración y cuenta con el respaldo del principal accionista, Mediobanca.

Pero se enfrenta a la oposición de los inversores multimillonarios Leonardo Del Vecchio y Francesco Gaetano Caltagirone, que ha presentado su propia lista de candidatos al consejo.

El elegido por Caltagirone para el puesto de consejero delegado es Luciano Cirina, que dirigió el negocio de Generali en Austria y Europa Central y del Este hasta marzo, cuando abandonó el barco y desde entonces ha sido despedido.

La junta de accionistas del viernes, que se celebrará a distancia debido a las persistentes restricciones de la COVID-19, está muy equilibrada, ya que los dos bandos principales pueden contar con alrededor del 20% de los votos.

"Será estrecho, depende de cómo voten los inversores minoristas e institucionales", dijo Reiner Kloecker, gestor de carteras del accionista de Generali, Union Investment, que respalda la lista de la junta de Generali.

Se espera que la asistencia a la junta general de Generali sea alta, con al menos el 70% del capital de Generali representado, dijo una persona cercana al asunto.

Dado que los principales asesores de voto ISS y Glass Lewis recomiendan el voto a favor de Donnet, una asistencia superior a la media por parte de los inversores institucionales debería favorecer el statu quo.

Sin embargo, las perspectivas de Caltagirone se han visto impulsadas por la noticia de que la familia Benetton, que posee alrededor del 4% de Generali, tiene previsto respaldar su candidatura.

'VISIONES DIFERENTES'

Donnet ha hecho una firme defensa de su trayectoria y argumenta que los rebeldes intentan llevar la voz cantante a pesar de poseer una minoría de las acciones.

"Se trata de dos visiones muy diferentes de cómo debe ser la gobernanza de Generali", dijo a Reuters.

Cirina y Claudio Costamagna, el candidato rebelde a la presidencia, han bautizado su programa como "Despertar al León", en referencia al apodo de Generali "El León de Trieste".

Quieren gastar hasta 7.000 millones de euros en fusiones y adquisiciones, en comparación con el plan de la junta actual de 3.000 millones de euros, y también han apuntado a un crecimiento anual de los beneficios de más del 14% con fuertes recortes de costes y adquisiciones para ayudar a superar el plan existente.

Las reglas de votación para la reunión del viernes significan que la incertidumbre podría persistir. Es probable que el bando perdedor siga obteniendo varios puestos en el consejo de administración, basándose en parte en su cuota de votos.

El empresario de la construcción y de los medios de comunicación Caltagirone se ha colocado a la cabeza de su propia lista, lo que significa que probablemente recuperará el puesto en el consejo al que renunció en enero, incluso si sus ambiciones más amplias se ven frustradas.

"Al principio, la batalla en torno a Generali había impulsado el atractivo de una acción que tradicionalmente se consideraba muy sólida, pero posiblemente un poco perezosa", dijo Roberto Lottici, gestor de fondos de Banca Ifigest.

"Pero a medida que la lucha se intensificaba, hemos dado un paso atrás y liquidado las posiciones que habíamos construido. Incluso si la lista de la junta directiva sale victoriosa, no se pueden descartar tensiones internas", añadió Lottici, con sede en Milán.