Los soldados británicos saquearon unos 5.000 artefactos -instrincadas esculturas y placas que datan del siglo XIII en adelante- cuando invadieron el Reino de Benín, en lo que ahora es el suroeste de Nigeria, en 1897.

El botín llegó a museos de toda Europa y Estados Unidos.

"Esta es una historia de colonialismo europeo. No debemos olvidar que Alemania desempeñó un papel activo en este capítulo de la historia", dijo la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, en una ceremonia celebrada en Berlín para conmemorar el traslado.

Los dos primeros bronces, uno que representa la cabeza de un rey y otro que muestra a un rey y sus cuatro asistentes, serán devueltos personalmente por el ministro de Asuntos Exteriores nigeriano, Zubairu Dada, y el ministro de Cultura, Lai Mohammed, que estuvieron presentes en la ceremonia.

"Estoy encantado de formar parte de este auspicioso acontecimiento que, en mi opinión, pasará a ser uno de los días más importantes de la celebración del patrimonio cultural africano", dijo Dada.

La decisión de Alemania de llevar a cabo una de las mayores repatriaciones de artefactos históricos de la historia refleja una creciente conciencia en Europa de la continua relevancia política del saqueo y la violencia colonial en el pasado.

El canciller Olaf Scholz ha tratado de reunir a los países emergentes en oposición a la invasión rusa de Ucrania, una tarea complicada por la opinión, muy extendida en el Sur Global, de que la ira por la invasión es una hipocresía por parte de los antiguos imperialistas que tienen ellos mismos episodios de violencia y saqueo en su pasado.

"Reconocemos los horribles atropellos cometidos bajo el dominio colonial", dijo la ministra de Cultura Claudia Roth. "Reconocemos el racismo y la esclavitud... la injusticia y el trauma que han dejado cicatrices que todavía son visibles hoy".

Alemania ayudará a financiar un museo que se construirá en la ciudad de Benin para albergar los bronces repatriados.