La minera, que cotiza en Londres, prevé una caída del 3% en la producción global de este año natural, ya que el inicio de la producción en la mina de Quellaveco, en Perú, y la fuerte producción de diamantes sólo compensaron parcialmente la menor producción en otros lugares. La producción debería crecer alrededor de un 5% en 2023 con respecto a los niveles de 2022, añadió.

Ahora espera que sus minas de cobre produzcan entre 650.000 y 660.000 toneladas en 2022 y entre 840.000 y 930.000 toneladas en 2023, frente a una estimación anterior para 2023 de 910.000 toneladas a 1,02 millones de toneladas, dijo la empresa en su actualización anual para inversores.

Anglo había informado de una caída del 14% en la producción de cobre durante los nueve primeros meses del año debido a las menores leyes y a la escasez de agua en Chile.

La mina de Quellaveco, en la región meridional peruana de Moquegua, ha recibido una inversión de 5.500 millones de dólares y comenzó la producción piloto de concentrado de cobre el pasado mes de julio. Anglo calcula que producirá 300.000 toneladas anuales durante los primeros 10 años.

"Este año nos hemos centrado en nuestras prioridades inmediatas de seguridad y restablecimiento de las disciplinas operativas normales dadas las interrupciones relacionadas con la pandemia de los últimos años", dijo el director ejecutivo Duncan Wanblad.

Wanblad añadió que en 2022, a esas prioridades se sumaron "las preocupaciones en torno a la volatilidad económica de origen geopolítico, las condiciones meteorológicas extremas y otras perturbaciones localizadas en nuestras operaciones."

Tras devolver dividendos récord a los accionistas gracias a los fuertes precios de las materias primas en 2021, Anglo recortó en julio los pagos por el aumento de los costes y el descenso de la producción. La elevada inflación, la perspectiva de una recesión mundial y las dudas sobre la demanda en China, el mayor consumidor mundial de materias primas, podrían afectar a los beneficios de Anglo y sus homólogas a medida que aumenten los costes.

La empresa espera gastar entre 5.000 y 6.500 millones de dólares anuales durante los próximos tres años y aumentar la producción hasta 2024, tras lo cual prevé cierta estabilización en 2025.