Aunque las cifras del brote de Pekín desde el 15 de enero son inferiores a las de otras partes del mundo, la ciudad ha ordenado el cierre selectivo de decenas de miles de personas y ha realizado pruebas a unos cuantos millones de residentes para bloquear el contagio.

Las restricciones, en consonancia con un esfuerzo nacional para frenar los brotes del virus lo antes posible, adquieren una urgencia adicional ya que China se ha comprometido a acoger con seguridad los Juegos de Invierno y a evitar brotes importantes durante la temporada de viajes del Año Nuevo Lunar.

Los 14 casos con síntomas confirmados del martes en Pekín representan más de la mitad de los 24 contagios en todo el país, según datos de la Comisión Nacional de Salud (CNS).

La capital ha registrado un total de 55 casos locales con síntomas desde el 15 de enero, según los datos. Las autoridades de Pekín han culpado a la variante Delta de la mayoría de los casos del brote actual, con un puñado atribuido a la altamente transmisible Omicron.

Además de Pekín, las provincias de Heilongjiang, Hebei, Liaoning, Henan y Guangdong, así como la región noroccidental de Xinjiang, informaron de casos locales esporádicos con síntomas confirmados para el martes, según los datos del NHC.

En la ciudad oriental de Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, se encontró una persona infectada por el Omicron, según informó el miércoles la televisión estatal. Su historial de viajes mostraba que no había salido de la ciudad desde el 14 de enero.

En Horgos, una ciudad de Xinjiang, se descubrió que dos personas infectadas asintomáticas se habían contagiado de la variante Omicron, dijo la televisión estatal el martes. La fuente del virus no estaba clara, ya que los dos no habían salido de la ciudad en dos semanas.

Al menos siete provincias, regiones y municipios de China han detectado infecciones de Omicron de transmisión local, aunque se desconoce el número total de casos.

Sin nuevas muertes el martes, la cifra de muertos en China por la pandemia se mantuvo en 4.636.