BP suavizó el lenguaje sobre su promesa de recortar su producción de petróleo y gas para 2030 en un esfuerzo por tranquilizar a los inversores sobre su estrategia de transición energética y reducir una enorme diferencia de valor con sus rivales.

El consejero delegado, Murray Auchincloss, ha dado un giro en los últimos meses a la estrategia de la empresa con sede en Londres para centrarse en gran medida en la rentabilidad. Ha sido menos enfático que su predecesor Bernard Looney sobre el giro de BP hacia las energías renovables y de baja emisión de carbono.

En la actualidad, las acciones de BP van a la zaga de sus rivales Shell, TotalEnergies, Exxon Mobil y Chevron, según una serie de indicadores clave, lo que refleja la preocupación de que BP no esté invirtiendo en los segmentos más rentables de su negocio, principalmente el petróleo y el gas.

Auchincloss no ha dado marcha atrás en un objetivo emblemático que Looney anunció en 2020, antes de suavizarlo en 2023, para que BP redujera la producción de petróleo y gas en torno a un 25% entre 2019 y 2030, hasta los 2 millones de barriles equivalentes de petróleo al día (boed). BP es la única gran petrolera que tiene objetivos de reducción, y la promesa ha preocupado a algunos inversores.

En declaraciones a Reuters el martes, después de que BP anunciara unos beneficios de 2.700 millones de dólares en el primer trimestre, Auchincloss dijo que BP podría sobrepasar o no el objetivo de 2030.

"Dos millones (de boed) es una cifra decente a la que atenerse ahora mismo. ¿Podría ser más alta? Sí. ¿Podría ser más baja? Sí".

ENFOQUE PRAGMÁTICO

Auchincloss, que asumió el cargo en enero tras la sorprendente dimisión de Looney el pasado septiembre, ha afirmado que adoptará un enfoque pragmático.

BP tiene más de 30 proyectos en todos sus negocios sobre los que tendría que decidir si sigue adelante en los próximos años, dijo Auchincloss.

"Y a medida que tomemos esas decisiones con un enfoque basado en los rendimientos, eso ayudará a informar de lo que pensamos que será nuestra producción en 2030, pero yo estoy centrado en los rendimientos y el flujo de caja, no en el volumen", dijo Auchincloss.

En febrero, dijo que esperaba que la producción de BP creciera entre un 2% y un 3% hasta 2027.

A principios de este año, el consejero delegado de Shell, Wael Sawan, también suavizó los objetivos de reducción de emisiones de la empresa, citando las expectativas de una fuerte demanda de gas y la incertidumbre sobre la transición energética, ya que también intenta impulsar las acciones de Shell.

Biraj Borkhataria, jefe de investigación europea de RBC Capital Markets, dijo que esperaba que BP aumentara su gasto en producción de petróleo y gas, conocido como upstream.

"BP destacó que se estaba centrando en los rendimientos, y por lo tanto yo esperaría que la próxima iteración de la estrategia de asignación de capital incorpore un mayor capex (gasto de capital) en upstream, y una menor asignación a ciertos aspectos de sus motores de crecimiento de transición."

"En conjunto, esto debería traducirse en unos volúmenes de upstream superiores al objetivo de 2 millones de boed en 2030", afirmó Borkhataria.