El gobierno brasileño recortó un impuesto industrial (IPI) en un 25% para luchar contra la inflación y ayudar a la industria a recuperarse de una recesión pandémica, según publicó el viernes el boletín oficial del país.

La reducción del impuesto, con efecto inmediato, "es un hito del inicio de la reindustrialización brasileña tras cuatro décadas de desindustrialización", dijo el ministro de Economía, Paulo Guedes.

Afectará a todos los productos industrializados, con la excepción de los artículos de tabaco.

Guedes reconoció que la medida tiene un impacto a corto plazo en la inflación, pero destacó que fue diseñada como una política para aumentar la productividad industrial.

Reuters había informado previamente de que el recorte de impuestos estaba próximo.

El ministro dijo que representará una pérdida de unos 20.000 millones de reales (3.900 millones de dólares) en ingresos fiscales, ya que el gobierno federal renunciará a 10.000 millones de reales y el resto provendrá de los ingresos estatales y municipales.

Según el ministro, se consideró una reducción del 50% del impuesto, pero no se adoptó "por respeto a la industria establecida en la Amazonia".

Las empresas que operan en la Zona Franca de Manaos están exentas de pagar el IPI, pero pueden generar créditos equivalentes al impuesto para deducirlos del pago de otros impuestos. Cuanto más baja sea la tasa del IPI, menos créditos habrá.

Un mercado de carbono que está siendo diseñado por el gobierno para los próximos meses pretende beneficiar en gran medida a la región, defendió Guedes, y añadió que el objetivo es promover una transición de los créditos del IPI a los créditos de carbono.

El IPI es un impuesto reglamentario, por lo que la tasa fue cambiada sólo con un decreto presidencial.

Más temprano el viernes, el presidente Jair Bolsonaro dijo que tendría "buenas noticias" para el empresariado brasileño por la tarde en relación con "la industrialización del país", sin dar más detalles.

El gobierno ha consultado al Tribunal Superior Electoral sobre la viabilidad de la medida, que implica una pérdida neta de ingresos en un año electoral, según tres fuentes escuchadas por Reuters, que pidieron el anonimato.

El tribunal aún no ha dado orientaciones, dijeron las fuentes, y dos de ellas señalaron que la consulta se hizo por precaución, ya que el aval previo del tribunal no es obligatorio.

Guedes ha dicho que el gobierno podría renunciar a los ingresos de la reducción de impuestos, ya que una racha de ingresos fiscales récord ha impulsado el equilibrio fiscal en la mayor economía de América Latina.

Los datos del banco central mostraron el viernes que la deuda pública como proporción del producto interior bruto cayó al 79,6% en enero desde el 80,3% en diciembre, ya que el aumento de los ingresos fiscales condujo al mayor superávit primario para cualquier mes registrado.

(1$ = 5,1488 reales) (Reportaje de Marcela Ayres; Redacción de Peter Frontini; Edición de Chris Reese y Alistair Bell)