Canadá aprobó su ley de muerte asistida más reciente en 2021, excluyendo a las personas cuya única afección subyacente sea una enfermedad mental. Esa exclusión expiraba en marzo.

Habría convertido a Canadá en uno de los seis países en los que una persona que sólo padezca una enfermedad mental y no esté próxima a su muerte natural puede conseguir que un médico le ayude a morir.

La ley exige que la enfermedad sea "irremediable" y cause un sufrimiento intolerable, según determinen dos médicos.

Algunos clínicos y defensores han argumentado que las personas vulnerables están accediendo a la muerte asistida cuando no pueden conseguir apoyo; otros han dicho que no se sabe cuándo una enfermedad mental es "irremediable".

El gobierno federal "tiene la intención de trabajar con nuestros colegas parlamentarios de la Cámara de Representantes y del Senado para negociar una prórroga de la fecha de elegibilidad del 17 de marzo de 2023", declaró a la prensa el ministro de Justicia, David Lametti.

No quiso decir cuánto tiempo de prórroga buscaba.

"Queremos ser prudentes. Queremos avanzar paso a paso para no cometer errores", dijo Lametti, añadiendo que el gobierno había escuchado a los canadienses.

"A fin de cuentas, se trataba de una evolución".