Cargill, uno de los mayores fletadores de buques del mundo, ha estado probando el rendimiento operativo de los biocombustibles en sus buques desde principios de año, a medida que intensifica sus esfuerzos por ser ecológico.

El ensayo tiene como objetivo aumentar el uso de biocombustibles en los buques hasta 50.000 toneladas para mediados o finales de 2023, frente a las 12.000 toneladas que se utilizan desde enero, dijo el jefe de combustibles marinos de la empresa, Olivier Josse, en una conferencia en Singapur

"Vamos a traer un poco de éster metílico de ácidos grasos (FAME) y a hacer algunas mezclas en el cuarto trimestre en Singapur", dijo, refiriéndose al contenido biológico mezclado con combustible diesel fósil para hacer biodiésel.

La medida de mezclar FAME en Singapur tiene como objetivo intentar comprender la demanda y el apetito de los clientes por los biocombustibles como combustible de bunkering, añadió Josse en el evento, la Conferencia y Exposición Internacional de Bunkering de Singapur (SIBCON) 2022.

Cargill también está probando y pilotando el uso de metanol como combustible de embarque, dijo.

"Estamos en proceso de licitación de buques de metanol de doble combustible que se entregarán en un par de años".

El transporte marítimo mundial representa casi el 3% de las emisiones mundiales de CO2, ya que cerca del 90% del comercio mundial se transporta por mar.

Para 2050, la Organización Marítima Internacional (OMI) pretende reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero del sector con respecto a los niveles de 2008. Este objetivo requerirá un rápido desarrollo de combustibles con cero o bajas emisiones y nuevos diseños para los barcos.

El año pasado, Cargill dijo que había reducido casi 1,5 millones de toneladas de emisiones brutas de carbono de su flota desde 2017.

También ha estado trabajando con socios tecnológicos para instalar velas en algunos buques, lo que reducirá las emisiones de carbono hasta un 30% al aprovechar la energía eólica.

Josse dijo que el primer buque de este tipo impulsado por el viento de Cargill se entregaría a principios de 2023, y añadió que también ve el metanol, el amoníaco y los biocombustibles en una mezcla de combustibles alternativos en el futuro.

"Es de esperar que el viento ocupe una parte importante de nuestra mezcla de combustibles", añadió.