Por Keith Zhai en Singapur y Sha Hua en Hong Kong 
   THE WALL STREET JOURNAL 
 

China planea mantener en vigor las actuales restricciones por la pandemia en sus fronteras durante otro año, al menos, ya que a las autoridades les preocupa la aparición de nuevas cepas y la agenda de eventos sensibles, según fuentes con conocimiento de la situación, a pesar de que la campaña de vacunaciones del Covid-19 supera ya los 1.000 millones de dosis administradas.

El calendario provisional para la segunda mitad de 2022 se estableció a mediados de mayo en la reunión del Gabinete, o Consejo de Estado, a la que asistieron funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Comisión de Salud Nacional de China, entre otros organismos gubernamentales, señaló una de las fuentes.

La cautela se debe a un par de eventos que las autoridades están deseando que se celebren sin sobresaltos el próximo año: las Olimpiadas de Invierno en febrero y el traspaso de poder que se lleva a cabo cada 10 años en el seno del Partido Comunista Chino, que tendrá lugar hacia el final del año. Se espera que en el Congreso del Partido Comunista, el mandatario chino, Xi Jinping, busque un mandato más tras agotar el límite tradicional de dos mandatos.

Las autoridades chinas han intentado neutralizar los riesgos de los casos importados restringiendo la aprobación de visados nuevos a los que han recibido una vacuna china y manteniendo en vigor la obligación de realizar una cuarentena en un hotel de al menos 14 días tras la llegada al país, dijeron las fuentes.

Tras iniciarse la pandemia a comienzos del año pasado en la ciudad china de Wuhan, las autoridades inicialmente condenaron a aquellos países que, como Estados Unidos, impusieron restricciones a los viajes con salida o destino en China. Pero a medida que China iba conteniendo la propagación del virus por su territorio y la situación empeoraba en el resto de países, Pekín se ha convertido en una de las naciones más exigentes en lo que respecta a los controles fronterizos. El país sofoca agresivamente los brotes de Covid-19 según van apareciendo con una combinación de confinamientos focalizados, pruebas diagnósticas masivas y cuarentenas centralizadas.

En las últimas semanas, China ha acelerado su campaña de vacunaciones, inicialmente lenta. El domingo, las autoridades dijeron que se habían superado los 1.000 millones de dosis. Hasta el 10 de junio, según Our World in Data, el 16% de la población del país tenía la pauta completa de vacunación.

China no ha aprobado el uso de ninguna vacuna occidental en la lista de la Organización Mundial de la Salud para su uso de emergencia, aunque The Wall Street Journal informó en abril de que Pekín planea dar luz verde al uso del suero desarrollado por la alemana BioNTech SE para julio.

Las autoridades sanitarias chinas han señalado que las vacunas desarrolladas por el país han mostrado su eficacia frente a las actuales cepas del coronavirus, incluida la variante Delta, más infecciosa e inicialmente detectada en India.

China no es el único país que está esperando para abrir las fronteras. En mayo, Australia dijo que comenzaría el proceso provisionalmente a mediados de 2022.

--Raffaele Huang en Pekín contribuyó a este artículo

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Versión española de María Elsa González maria.gonzalez@dowjones.com

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June 22, 2021 08:28 ET (12:28 GMT)